Sociedad
Justicia moderniza la comparecencia periódica de investigados en los juzgados e incorpora la firma con huella dactilar
La prueba piloto está en marcha en Badalona y el objetivo es empezar a extenderlo a partir de septiembre
En la fase de instrucción de un proceso judicial es habitual que se dicten medidas cautelares para los investigados. Una de las más comunes para detenidos en libertad provisional es la obligación de comparecencia periódica en los juzgados.
Son las llamadas apud acta y se acuerdan más de 5.000 cada año en Cataluña. Hoy es un procedimiento que se hace de manera manual, con la firma física de un documento y el envío por correo ordinario en el juzgado correspondiente.
Desde hace un mes, sin embargo, en Badalona eso ya está informatizado. Les personas con obligaciones apud acta pueden firmar con la huella digital o el escaneo del DNI y el trámite queda automáticamente cargado a la causa. El Departamento de Justicia prevé extenderlo otros juzgados a partir de septiembre.
Uno de los principales problemas de la operativa vigente es que muchos juzgados no pueden hacer un seguimiento esmerado del cumplimiento de las obligaciones por parte de los investigados. «Si alguien firmaba en Badalona por una medida impuesta a un juzgado de Algeciras, pasaban días hasta que la documentación llegaba», detalla la titular del juzgado de instrucción número 1 de Badalona, Alba Rodríguez.
En este sentido, la jueza aplaude la llegada de la mejora tecnológica porque supone un avance a nivel de eficiencia. «Tenemos que tener una administración de justicia del siglo XXI», exclama. Rodríguez dice que ahora en Badalona el seguimiento y control de las comparecencias apud acta es mucho más «ágil».
Es testigo directa el auxilio judicial del mismo juzgado de Badalona Maria del Mar Ballano, una de las encargadas de efectuar el trámite. Hasta ahora explica que los funcionarios tomaban los datos de los investigados en un papel que hacía falta firmar y sellar físicamente para, después, enviar por correo al juzgado correspondiente. «Ahora con un clic tienen la firma hecha en un momento», celebra.
Según datos del Departamento de Justicia del año 2022, los juzgados catalanes ordenaron más de 5.000 obligaciones apud acta, que se traducen en una cifra de entre 120.000 y más de 150.000 presentaciones presenciales de personas investigadas en los juzgados a lo largo del año -normalmente por cada apud acta el juez suele acordar dos comparecencias en el mes, pero en algunos casos pueden ser más-, con lo que eso implica de papeleo arriba y abajo.
Más allá de la simplificación de los trámites y la mejora del seguimiento de las obligaciones de los investigados por partes de los juzgados, sin embargo, los técnicos apuntan a muchas más ventajas.
Maria Brufau es una de las informáticas de la Generalitat encargadas del despliegue del nuevo sistema y destaca tres grandes avances: la presentación masiva, el cambio de dirección masivo y el registro de requerimientos policiales.
«Hay personas que tienen varias causas en varios juzgados y ahora con dos clics se pueden gestionar, sean de dónde sean», detalla Brufau. La técnica recuerda que con la operativa vigente hay que tramitar tantos documentos físicos como procedimientos abiertos tuvieran este perfil de personas reincidentes.
En esta línea, la nueva aplicación también permite registrar cambios de domicilio masivos a todos los juzgados donde la persona tiene una causa pendiente, mientras que hasta ahora este cambio sólo se aplica al juzgado concreto donde se hace la comparecencia presencial. Este avance implica también una ventaja para los cuerpos policiales, que pueden ver reducida la tarea de averiguación de domicilios.
Una tercera funcionalidad de la nueva aplicación es poder tener un control de todas aquellas condenas, requerimientos y medidas cautelares que están asociadas a una persona en el momento que comparece en los juzgados en cumplimiento de sus obligaciones apud acta. «Un único trámite permite gestionarlo todo», afirma Brufau.
La prueba piloto arrancó a los juzgados de Badalona al principio de mayo y de momento tiene «muy buena acogida» entre jueces y funcionarios. También afirman que las personas investigadas han aceptado de buen grado incorporarse al nuevo programa de firmas. «Está funcionando y estamos obteniendo los resultados esperados», asegura la jueza de Instrucción 1, Alba Rodríguez.
Sin embargo, nadie esconde que antes de que se pueda extender a al resto de juzgados del país hará falta completar con éxito la prueba piloto para poder «perfilar» algunas cuestiones a nivel informático y de «configuración jurídica». La previsión del Departamento de Justicia es que a partir de septiembre ya se pueda empezar a desplegar de manera gradual en otros juzgados.