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Medio Ambiente

Los derrames tóxicos provocados por el incendio de Polinyà causan la muerte de más de un millar de peces en el río Besòs

El Parque Fluvial se mantiene cerrado, como la playa del Fòrum, y podría reabrir este lunes si las condiciones lo permiten

Rsponsables de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet, membres de les ADF i de Protecció Civil al Parc Fluvial del Besòs, tancat pels vessaments tòxics causats per l'incendia Polinyà

Rsponsables de l'Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet, miembros de las ADF y de Protección Civil en el Parque Fluvial del Besòs, cerrado por los derrames tóxicos causados por el incendio en PolinyàCedida

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Los derrames tóxicos en el río Besòs provocados por el incendio en una industria de Polinyà han causado la muerte de más de un millar de peces, de las siete especies que hay en la zona, entre ellas la anguila, en peligro crítico de extinción. Así lo ha explicado Tomás Carrión, director de Servicios de Medio Ambiente del Ajuntament de Santa Coloma de Gramenet.

Son datos provisionales, que se cerrarán en los próximos días, cuando también evaluarán posibles consecuencias en las aves. En declaraciones a la ACN, Carrión ha calificado la afectación de «grave» y «comparable» con accidentes anteriores como el del 2019. El Parque Fluvial del Besòs y la playa del Fòrum se mantienen cerrados de forma preventiva. El comité de trabajo evaluará si el Parque puede abrir este lunes.

Los derrames tóxicos del incendio de industria que tuvo lugar este viernes en Polinyà afectan a unos 11,5 kilómetros del río Besòs, incluyendo la desembocadura, según datos provisionales de los Agents Rurals, que están trabajando en el informe correspondiente.

Después del pico de mortalidad de fauna piscícola de este sábado, el Ajuntament de Santa Coloma confirma que más de un millar de peces han muerto. «No podemos cerrar todavía el cálculo definitivo, pero estaríamos hablando de unas dos toneladas de materia biológica muerta», ha afirmado al responsable de Medio Ambiente de Santa Coloma de Gramenet.

Incluso han recogido carpas muertas, una especie de pez que, por su tamaño, es más resistente a los contaminantes, hecho que indica, para Carrión, la concentración de tóxicos que han bajado por el río en las últimas horas.

El director de Servicios de Medio Ambiente ha advertido, de todos modos, que el episodio es muy reciente y se encuentra en la primera fase, la más crítica, y hoy por hoy es difícil determinar el alcance de la contaminación en la cadena trófica del ecosistema del Besòs, ya que, por ejemplo, las aves podrían verse afectadas en los próximos días. Eso sí, la lluvia de este domingo habrá facilitado la disolución de los contaminantes.

Este responsable municipal ha puntualizado que los contaminantes circulan por el entorno del canal de aguas bajas y que el ámbito conocido como el Refugio de la Biodiversidad del Besòs, separado por sistemas de lagunas, no se ha visto afectado por los derrames.

Ahora bien, el impacto registrado ya se puede comparar con la del derrame de disolvente durante un incendio de Montornès del Vallès en el 2019, que llenó el río de peces muertos en un desastre ecológico para el Besòs. En el 2022, se produjo otro episodio por un nuevo derrame tóxico.

Un río vulnerable

Carrión señala que la contaminación de este fin de semana por los derrames tóxicos demuestran la «vulnerabilidad» que todavía tiene el ecosistema fluvial del Besòs, con una cuenca con muchas industrias.

El director de Medio Ambiente ha hecho un llamamiento a las administraciones competentes para que revisen los protocolos de actuación y también para desarrollar de forma conjunta medidas que «reduzcan al mínimo» el riesgo ante accidentes químicos.«Haz falta implementar los medios para tener capacidad de retención de las aguas contaminadas cuando hay un derrame», ha añadido.

El gran espacio verde del Besòs, vacío

El Parque Fluvial del Besòs, a su paso por Montcada i Reixac, Santa Coloma de Gramenet y Sant Adrià de Besòs, está cerrado de forma preventiva en una imagen bastante insólita si no fuera porque la pandemia de la covid-19 dejó situaciones cotidianas impensables.

Ni paseantes ni familias llenan este domingo las riberas del Besòs y sólo algún corredor y algún ciclista, despistados bajo la lluvia, han irrumpido en este espacio verde. También se ha cerrado la playa del Foro en Sant Adrià de Besòs, con bandera roja para prohibir el baño.

Los ayuntamientos implicados, junto con la Diputación de Barcelona, evaluarán en las próximas horas si pueden reabrir estos espacios lunes.

En el ínterin, agentes policiales y de Protección Civil inspeccionan la zona y las ADF siguen recorriendo los márgenes del río para retirar aquellos peces muertos que todavía puede haber y que un barrote pescaire espera, al lado del río cerca del puente de la B-20.

9.000 metros cúbicos tóxicos interceptados por el EDAR La Llagosta

La estación depuradora de aguas residuales (EDAR) La Llagosta ha interceptado 9.000 m3 del derrame tóxico, según indican en un comunicado el Consorcio Besòs Tordera y la Agencia Catalana del Agua (ACA). En cuanto se recibió el aviso del incidente, operarios y responsables de la instalación consiguieron derivar gran parte de este derrame que llegó al EDAR hasta un tanque, donde se encuentra retenido a la espera de determinar la mejor manera de tratarlo una vez se conozca la composición exacta.

Les instalaciones no han interrumpido la actividad en ningún momento, pero el funcionamiento habitual sí que se ha visto afectado, «por lo cual se ha alterado la calidad del agua depurada entregada al río Besòs», informan en el comunicado.

La entrada de una parte del derrame en el reactor biológico, con una elevada carga de componentes químicos y contaminantes, para los cuales no están diseñadas este tipo de instalaciones, ha inhibido la actividad biológica de depuración. Técnicos y responsables del Consorcio y el ACA, desplazados hasta el EDAR, trabajan en las últimas horas para conocer el impacto y hacer las actuaciones pertinentes para restablecer la normalidad.

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