Política
Junts pide una condena de las «fuerzas democráticas» contra la «rebelión» del Supremo si Puigdemont es detenido
La formación asume que hará oposición a un Govern de Illa de «clara dependencia española»
El presidente del Parlament, Josep Rull, reunido con el presidente del grupo parlamentario de Junts, Arlet Batet, y la portavoz, Mònica Sales
El líder del grupo parlamentario de Junts, Albert Batet, ha reclamado una condena no sólo de las fuerzas independentistas sino del conjunto de las fuerzas democráticas en caso de que el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont sea detenido.
En rueda de prensa este martes, Batet ha denunciado el «actitud de rebelión» que cree que ha adoptado el Tribunal Supremo no aplicando la amnistía a Puigdemont, que tiene previsto volver esta semana coincidiendo con el debate de investidura del primer secretario del PSC, Salvador Illa, como nuevo presidente de la Generalitat. Es un hecho «muy grave», ha dicho, que «una ley de amnistía aprobada democráticamente por el Congreso de los Diputados los jueces del TS decidan no aplicarla».
Después de que el secretario general de Junts, Jordi Turull, haya pedido este mismo martes que se suspenda el pleno de investidura si Puigdemont es detenido, Batet no ha aclarado si ya lo han trasladado formalmente al presidente del Parlament, Josep Rull, ni durante cuánto tiempo querrían mantener esta suspensión: «No queremos anticipar escenarios». El plazo para investir a un presidente de la Generalitat se acaba el 26 de agosto y si se llega a esta fecha sin haber nombrado uno se convocará una repetición electoral para octubre.
Batet ha comparecido ante la prensa después de reunirse, acompañado de la portavoz de Junts en el Parlament, Mònica Sales, con Rull. Se han encontrado en el marco de la ronda de consultas que el presidente del Parlament está haciendo antes de convocar un pleno para escoger al nuevo presidente de la Generalitat y después del aval de ERC y de sus juventudes al acuerdo con el PSC. Al valorar el encuentro, ha asumido que, si Illa es investido, ellos serán la «primera fuerza de la oposición» y también la «primera fuerza de estricta obediencia catalana».
Según Junts, Illa «gobernará de espalda a una importante parte de Cataluña» fruto de un «pacto de circunstancias y de necesidades partidistas». El Govern en solitario del PSC, ha criticado, será el primero «íntegra y exclusivamente formado por una fuerza política de clara dependencia española».
