Política
Puigdemont vuelve del exilio el día de la investidura de Illa con un recibimiento de entidades
Los Mossos d'Esquadra blindan el parque de la Ciutadella con la incógnita de la detención del expresidente
Carles Puigdemont en una imagen de archivo.
El expresidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, vuelve después de casi siete años de exilio coincidiendo en el día del debate de investidura del candidato socialista Salvador Illa.
Después de que ayer anunciara que «había emprendido el viaje de retorno desde el exilio» en un vídeo publicado en X, está previsto que Puigdemont llegue al Parlament este jueves por la mañana. Entidades independentistas como la ANC o Òmnium Cultural, además de Junts, han hecho una convocatoria para recibirlo en el paseo Lluís Companys de Barcelona.
Los Mossos d'Esquadra han blindado el parque de la Ciutadella por motivos de seguridad y para detener al expresidente. A las diez de la mañana tendría que empezar el pleno. Si se produjera el arresto, el presidente del Parlament, Josep Rull, podría suspender el pleno.
Antes de que empiece el debate de investidura, hay dos convocatorias de signo contrario previstas en el exterior del parque de la Ciutadella. Entidades independentistas como la ANC, Òmnium Cultural, AMI o el Consell de la República con Junts han convocado un «recibimiento institucional» al 130.º presidente de la Generalitat. El acto será en el paseo Lluís Companys de Barcelona, a pocos metros del Parlament. Se podrá acceder a partir de las ocho de la mañana y a las nueve está previsto que empiecen las intervenciones. ERC y la CUP han confirmado que asistirán.
Mientras tanto, a las nueve y media, Vox ha convocado también una manifestación para recibir al expresidente al grito de «Puigdemont a prisión», según ha publicado en X la formación de ultraderecha. Será en la puerta del lado de la estación de Francia.
Posible detención
Puigdemont tiene una orden de detención vigente en el estado español y los Mossos d'Esquadra ya han blindado todo el parque de la Ciutadella para reforzar la seguridad de cara la investidura y evitar que el expresidente entre al Parlament. Si es arrestado, Puigdemont será trasladado al juzgado de guardia del partido judicial donde haya sido detenido, probablemente a la Ciudad de la Justicia de Barcelona.
El juez de guardia comunicará la detención en el Supremo. El juez Pablo Llarena podría tomarle declaración por videoconferencia, convocarlo para otro día o hacerlo trasladar inmediatamente a Madrid, que será lo más probable. Una vez en Madrid, Puigdemont puede quedar en libertad provisional o enviar preventivamente a prisión por supuesto riesgo de fuga.
Hay que tener en cuenta que en el mes de mayo se aprobó la ley de amnistía para amnistiar entre otros en Puigdemont. Sin embargo, Llarena concluyó que la malversación no es amnistiable porque el 1-O hubo enriquecimiento personal y se afectaron los intereses financieros de la Unión Europea, según señaló en una resolución.
Suspensión del pleno
La incógnita es si podrá llegar a entrar al Parlamento sin ser arrestado. Hace unas semanas, Rull encargó un informe al secretario general del Parlament para revisar el protocolo de seguridad de la cámara para evitar la detención de Puigdemont en el interior. El reglamento expresa que es el presidente de la cámara quién tiene que autorizar la entrada de la policía en la cámara y que, además, los agentes lo tienen que hacer sin armas. Rull afirmó que la policía «no entraría a parar o a retener a nadie». Y en caso de que pasara, advirtió que antes lo tendrían «que parar» a él mismo.
El pleno para debatir la investidura de Salvador Illa está previsto que se inicie a las diez de la mañana. Junts ya ha manifestado que pedirá que se suspenda si detienen Puigdemont. ERC y los Comuns se han mostrado favorables también. Así, previsiblemente, Rull parará el pleno. A partir de aquí, no se sabe si se aplazará sine die o se propondrá otra fecha de celebración.
Siete años en el exilio
El debate de investidura coincidirá con el retorno del líder de Juntos casi siete años después de instalarse en Waterloo. En octubre del 2017, Puigdemont y varios consellers se marcharon al exilio después de declarar la independencia y la casi aplicación simultánea del artículo 155. Durante estos años, los exiliados han ido volviendo. Los últimos fueron la secretaria general de ERC, Marta Rovira, y varios encausados por el caso Tsunami Democràtic que se archivó por un error en la instrucción. Ahora mismo, aparte de Puigdemont, sólo queda para volver los exconsellers Lluís Puig y Toni Comín. Los dos afirmaron que volverían con el expresidente.
El retorno del exilio coincide con la victoria del PSC en las urnas el pasado 12 de mayo cuando obtuvo 42 diputados, mientras que el independentismo perdió la mayoría absoluta alcanzando sólo 61 escaños después de años de hegemonía parlamentaria. Junts propuso investir a Puigdemont con el apoyo de ERC y la abstención del PSC, pero los socialistas han negado esta opción desde el inicio. Finalmente, los republicanos y los comunes han sellado un pacto para votar a favor de la presidencia de Illa a cambio de mejoras en la financiación catalana, el impulso de la lengua catalana o políticas de vivienda.
Cambio de ciclo
Hay que remontarse al 2003 cuando a pesar de ganar las elecciones CiU con Artur Mas al frente, PSC, ERC e ICV firmaban el pacto del Tinell para investir presidente de la Generalitat a Pasqual Maragall. En 2006, las tres fuerzas progresistas revalidaban el acuerdo con José Montilla como jefe del ejecutivo. Cuatro años más tarde, en 2010, los convergentes volvían a la Generalitat con Mas, y desde entonces los socialistas han quedado fuera del Govern.
Ahora, catorce años después de Montilla, el PSC recuperaría la presidencia de la Generalitat con Salvador Illa. En medio han pasado Artur Mas (2010 - 2016), Carles Puigdemont (2016 - 2018), Quim Torra (2018 - 2020) y Pere Aragonès (2021 - 2024) en unas legislaturas donde ha predominado la inestabilidad política.
