Política
Puigdemont justifica en un video su vuelta «a Waterloo» y avisa: «El procés no ha acabado»
El expresident recuerda que nunca ha querido entregarse y que no tiene «ningún interés en impartir justicia», sino que pretende «hacer política»
El expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont ha justificado este sábado -en su primer vídeo desde que desapareció tras su fugaz irrupción del pasado jueves en Barcelona- la decisión de regresar «a Waterloo» ante la «represión desatada», y ha advertido: «No se ha acabado el proceso de independencia».
Así lo afirma en un vídeo de ocho minutos difundido en redes sociales, con una escenografía idéntica a la del vídeo que publicó el pasado miércoles, en el que anunciaba que había «emprendido el viaje de retorno del exilio»: delante de una pared blanca, al lado de una 'senyera' y una bandera europea, aparece Puigdemont con traje y la misma corbata que entonces.
Puigdemont alega que, tras su breve discurso ante cerca de 3.500 fieles frente al Arco de Triunfo de Barcelona y su posterior huida sin dejar rastro y sin poder ser detenido por los Mossos d'Esquadra, priorizó «poder volver a un lugar seguro, primero», y después a su «residencia belga, aquí, en Waterloo», si bien en el video evita mostrar evidencias de que, efectivamente, está en Bélgica.
El expresident asegura que su intención al volver a Cataluña el pasado jueves, tras siete años huido, era «entrar en el Parlament para estar presente en la sesión» de investidura de Illa y poder ejercer su «derecho a hablar y a votar», pero «desde primera hora de la mañana quedó claro que el Departamento de Interior había organizado un dispositivo policial» para impedirle entrar en el parque de la Ciutadella y para detenerlo allí mismo.
«Intentar acceder al Parlament habría representado una detención segura y no tener la más mínima posibilidad de dirigirme a la cámara, que era mi objetivo. Habría equivalido a una entrega voluntaria para que se hiciese efectiva mi detención», razona.
Puigdemont recuerda que nunca ha querido entregarse «a una autoridad judicial que no es competente» para perseguirlo «por defender el derecho a la autodeterminación» y que no tiene «ningún interés en impartir justicia», sino que pretende «hacer política».
«Intenté lo que a todos nos parecía imposible y que en caso de fracasar, cosa para la cual yo estaba preparado, habría tenido unos costes enormes», subraya, antes de añadir: «Poder volver a un lugar seguro, primero, y después a mi residencia belga, aquí, en Waterloo, pasaron a ser mi objetivo».
Para justificar su fugaz regreso a Cataluña, argumenta que «había que denunciar internacionalmente a un Estado español que no se comporta de manera democrática cuando permite que jueces del Tribunal Supremo se burlen de leyes aprobadas» por el Congreso, en alusión a la ley de amnistía.
Según Puigdemont, «no hay que aceptar dócilmente lo que el Estado te tiene preparado», aunque «no podía imaginar que esta estrategia de rebelión judicial contaría con la colaboración entusiasta de un Govern de Cataluña al que ya se le había acabado el tiempo».
«La represión desatada es ahora mismo feroz y se está ensañando contra determinadas personas, con un deseo de venganza propio de otro régimen», denuncia el expresident, que se solidariza «con los patriotas que están siendo injustamente perseguidos» y con las personas que «sufrieron las cargas» policiales del jueves.
El 'procés' continúa pese a la «alianza tripartita»
El vídeo ha sido difundido pocas horas después de que el socialista Salvador Illa, tras ser investido presidente de la Generalitat el pasado jueves con el apoyo de PSC, ERC y Comuns, haya tomado posesión del cargo.
Para Puigdemont, esto no significa que el 'procés' se haya terminado: «El proceso de independencia se acaba con la independencia. Se ha acabado una determinada fase y se abre una etapa nueva, con unas condiciones diferentes».
Reconoce que la «alianza tripartita que hace posible desde hoy el Govern del president Illa no son las circunstancias más favorables» para seguir con el 'procés', pero pide continuar la lucha, «sin renuncias» y con «audacia y riesgo». «No podemos permitirnos dejarlo estar», sentencia.