Política
Rull asegura que autorizó una inspección al Parlament por «seguridad» pero no «para detener a alguien»
El presidente de la cámara ve «inaceptable» el informe enviado al Supremo y presentará una queja al Gobierno
El presidente del Parlament, Josep Rull, replica a los Mossos que autorizó que se inspeccionara la cámara por motivos de «seguridad» pero en ningún caso «para detener a nadie». Rull dice que recibieron hasta tres peticiones de cacheo en una situación «totalmente inusual», pero que hasta que no le comunicaron que «el objetivo» era garantizar que no hubiera ningún explosivo se autorizó.
«Sólo con este objetivo y no con ningún otro porqué, evidentemente, si se tenía que hacer para detener alguien no estaba dispuesto a aceptarlo», afirma. El presidente también califica «de inaceptable» el informe policial enviado al Tribunal Supremo porque «cuestiona la profesionalidad» de los trabajadores de la cámara y anuncia que presentará una queja al Gobierno.
El informe que los Mossos d'Esquadra han enviado al Supremo afirma que Rull puso impedimentos para inspeccionar el interior del Parlamento. Según el atestado, los agentes pudieron hacer un cacheo horas antes de la investidura pero no el día antes, tal como habían pedido.
Este viernes, Rull ha respondido a estas acusaciones asegurando que sí que permitió el cacheo de la cámara; pero sólo cuándo se le comunicó que «el objetivo» era comprobar que no había artefactos explosivos en el interior.
El presidente del Parlament ha dicho que recibió tres peticiones de inspección pero que sólo se permitió cuando les dijeron que este era el motivo. «Era absolutamente lógico y adecuado y se autorizó a las 6. Sólo con este objetivo y no con ningún otro», ha añadido. En este sentido, ha dicho que si la voluntad era «detener a alguien» no estaba «dispuesto a aceptarlo».
«Imprecisiones»
Por otra parte, Rull ha manifestado su «perplejidad» y «preocupación» por los «términos» en que está redactado el informe. Al respecto, ha dicho que hay elementos que «simplemente no son ciertos, de otros que tienen imprecisiones y en otros se entra en terrenos que son inaceptables».
En este sentido, Rull ha afirmado que no es aceptable que se «cuestione» la profesionalidad y el «rigor» de los trabajadores del Parlament. «Es una línea roja que no estoy dispuesto que se traspase. Es inaceptable que se hagan valoraciones sobre su posición política o ideológica», ha añadido.
Además, ha dicho que «no tiene demasiado sentido» que se hagan valoraciones «de naturaleza política» sobre las pretensiones de los grupos parlamentarios: «No parece lógico en un informe policial».
Con todo, Rull ha dicho que su «comportamiento» era conocido y que como presidente de la cámara tenía dos objetivos. Por una parte, que todos los diputados estuvieran presentes en el debate de investidura «incluido el presidente Puigdemont». Eso incluía que «pudiera ejercer plenamente sus derechos como diputado y pudiera estar dentro del Parlament».
Por la otra, que «una vez dentro, se garantizara su seguridad y no pudiera ser detenido». «No hace falta un informe policial para subrayar mi comportamiento», ha insistido. Por todo ello, ha dicho que trasladará una queja formal al Gobierno.
Sobre la reflexión de liderazgos que ha planteado el expresidente Quim Torra, se ha limitado a decir que «el independentismo necesita poner en valor todos sus liderazgos». «Y subrayo: Todos», ha añadido.
Más de un millar de participantes
Rull ha hecho estas declaraciones al acto de clausura de la Universidad Catalana de Verano (UCE) de Prada, en el Conflent (Cataluña del Norte) donde se han entregado los Premios Canigó. La intervención del presidente del Parlament ha cerrado su 56.ª edición con un total de 1.107 participantes, 521 de los cuales alumnos.