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Territori exige medidas a Endesa para evitar que las cigüeñas mueran electrocutadas

Más de 300 ejemplares mueren anualmente en las torres

Imatge d'arxiu d'una cigonya

Imagen de archivo de una cigüeñaPixabay

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El Departamento de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica tiene previsto reunirse las próximas semanas con la compañía Endesa para exigirle que tome medidas correctoras en las torres eléctricas para evitar la muerte de cigüeñas blancas, tal como recoge la legislación.

El Govern recuerda a la empresa, que es propietaria del 90% de la red de distribución del país, que estas aves están protegidas por directivas europeas, leyes estatales y por el Catálogo de fauna salvaje autóctona amenazada de Cataluña. Más de 300 ejemplares de cigüeña blanca mueren anualmente en las torres, según el Govern.

Este mismo viernes, entidades naturalistas y ecologistas de las comarcas gerundenses han pedido al Govern que actúe «de forma rápida» exigiendo a la empresa de suministro eléctrico el cumplimiento de la normativa de medidas de protección de las torres eléctricas para evitar la muerte de pájaros protegidos.

La reclamación llega después de localizar más de 70 cigüeñas muertas electrocutadas en sólo cinco días. Entre el 15 y el 21 de agosto, han encontrado 37 ejemplares bajo torres eléctricas en Girona y en Sant Gregori (Gironès); 24 en la Vall d'en Bas (Breña), cuatro en Llers y Riumors (Alt Empordà) y once en Arbúcies y Bonmatí (Selva).

La consellera de Territorio, Vivienda y Transición Ecológica, Sílvia Paneque, ha asegurado que el departamento hará todo el posible para revertir esta situación y ha pedido a Endesa «que actúe con la máxima celeridad e introduzca medidas para aislar o hacer pasar el cableado por debajo de tierra». La consellera ha pedido priorizar la actuación «en las zonas de paso de las aves durante la migración, que acostumbran a ser entre Osona y las comarcas gerundenses.»

Les cigüeñas blancas están en plena temporada de migración y actualmente están viajando desde el centro de Europa hasta el África, en el sur del Sáhara. Durante el trayecto, descansan en puntos elevados, sobre todo en torres eléctricas, donde se electrocutan y mueren a causa del contacto con el cableado. Es habitual que mueran entre 15 y 20 ejemplares de golpe. El cuerpo de Agentes Rurales levanta anualmente acta de unas 700 aves muertas por culpa de las líneas eléctricas, de las cuales más de 300 corresponden a cigüeñas blancas.

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