Política
Llach grita a que la Diada sea un «éxito rotundo»: «Tienen miedo cuando los independentistas salimos a la calle»
El líder de la ANC lamenta la «represión» del Estado pero también las «peleas cainitas» entre partidos independentistas
El presidente de la ANC, Lluís Llach, a la presentación de la movilización independentista de la Diada, al Arc de Triomf de Barcelona
El presidente de la Asamblea Nacional Catalana (ANC), Lluís Llach, ha hecho este sábado un llamamiento a que la manifestación convocada por esta entidad y otros sea un «éxito rotundo» para «avanzar hacia la independencia».
En una carta enviada a los socios de la ANC, Llach ha avisado de que hay «poderosas fuerzas políticas y lobbies españolas» que quieren «pasar página». «Tienen miedo cuando los independentistas salimos a la calle y por eso quieren que olvidemos los formidables Onces de Septiembre en que millones de catalanes han llenado las calles con nuestro clamor», ha dicho. Llach también ha lamentado que se «multipliquen» las «peleas cainitas» entre partidos independentistas.
Llach ha asegurado que el Estado español «ha defermado una violencia y una represión inaudita contra un movimiento pacífico y civil» con el objetivo de hacer «pasar página». «España está haciendo mucho más alta la pared que tenemos que saltar, quiere crear división sobre cómo superar este muro, al mismo tiempo que se multiplican las peleas cainitas entre partidos independentistas».
Por todo ello, ha pedido que esta Diada sirva para romper «este círculo vicioso»: «Nuestra fuerza volverá a persuadir los que desfallecen y, juntos, continuaremos el combate imprescindible por afrontar los graves peligros que provoca la dependencia de España».
Entre estos «graves peligros», Llach ha citado la «minorización lingüística que vierte a la desaparición del catalán», «el espolio fiscal», la «represión judicial» o «el debilitamiento de la sanidad» y «el empeoramiento» de las escuelas. También ha llamado a «combatir el robo fiscal de 22.000 millones de euros cada año», ya que es «la explotación colonial española en su forma más sutil, pero más chapucera».
