Sociedad
El presidente del CAIROS admite que la primaria funcionaba mejor hace 40 años y reclama incentivos para evitar un sistema sanitario dual
Alerta del riesgo de acabar teniendo un modelo dual: el sistema público para los «pobres» y el privado para las clases medias
El presidente del Comité por la Evaluación, Innovación, Reforma Operativa y Sostenibilidad del Sistema de Salud (CAIROS), Manel del Castillo, ha admitido que la atención primaria funcionaba mejor hace 40 años, y ha subrayado que se han cometido errores, el más grave sacar los incentivos. En una entrevista en 'El Periódico', ha argumentado que en aquello que es más grave el sistema funciona muy bien, pero no en aquello «más banal».
Si no hacemos nada, al final podemos acabar en un sistema dual, que es el que hay en otros países fuera de Europa: un sistema para pobres, entre comillas, y un sistema para las clases medias», ha advertido, haciendo referencia al aumento de personas que tienen seguro privado por esta falta de accesibilidad a la atención primaria. Del Castillo ha defendido que hay que adaptar el sistema a la realidad después de 40 años, tiempo en que no se han hecho prácticamente reformas, todo y que sí que se ha dicho muchas veces qué es lo que se tendría que hacer. Y todo eso con una sociedad mucho más envejecida.
«¿Qué pasa? Que las reformas requieren pactos, y las reformas se pagan a corto plazo, pero se cobran a largo plazo», ha argumentado. Uno de los errores más graves, a su parecer, es haber eliminado los incentivos. Según él, no puede ser que se pague lo mismo a un médico que trabaja en Barcelona que en lo que trabaja en un pueblo de montaña. Del Castillo ha opinado que hay que reconocer económicamente el trabajo bien hecho.
También ha defendido que hay que incrementar los recursos, y ha lamentado que lo que se aprueba en el Parlamento nunca se cumple. Con respecto a los profesionales, ha reconocido que el sistema no se ha adaptado a las nuevas realidades. Ha apuntado que España tiene una de las tasas más altas de médicos por habitante de Europa, pero lo que pasa es que están en los grandes hospitales, en Barcelona.
Es difícil, por lo tanto, encontrar doctores para ir al entorno rural o para ir a la primaria en un pueblo. Y el que faltan sobre todo, ha dicho, son enfermeras. Aquí ha vuelto a situar la cuestión de los incentivos. «Creo que no se trata de generar muchos más médicos o enfermeras, sino de darles más apoyo, sacarles carga burocrática y liberar su carga asistencial», ha concluido. Esta falta de incentivos, ha continuado, provoca que el problema esté justamente en el «terreno banal, en el menos complejo». «Resolvemos muy bien los temas complejos -el cáncer, el trasplante. Mucho mejor que el privado, ha constatado.
Ahora bien, «ver unas amígdalas ya no es tan incentivador», ha apuntado. Son estas cuestiones, las listas de espera para ver a un especialista y la falta de accesibilidad en general a la atención primaria provoca que cada vez más gente se haga un seguro privado. «Eso nos deslegitima», ha avisado a Del Castillo, de que ha apuntado que el 32% de la gente ya tiene un seguro privado, y en Barcelona ya es un 40%. Eso demuestra que «alguna cosa no va bien».
«Nos estamos jugando el prestigio del sistema público y la legitimidad social», ha advertido, a la vez que ha alertado del riesgo de acabar en un sistema para los «pobres», el público, y otro para los ricos, el privado. Sobre la Agencia de Salud Pública, que está aprobada pero no desplegada, ha remarcado que será uno de los campos de trabajo del comité. Antes de final de año se definirán ya unas primeras medidas para tener un sistema de vigilancia epidemiológica en tiempo real, con 5 o 10 que sean de impacto y fáciles de implantar. Para cada una de estas medidas se creará un grupo específico de trabajo.