Investigación
El microbioma intestinal, clave para el desarrollo de nuevos diagnósticos y tratamientos para el ELA
Un estudio leridano revela que la microbiota intestinal podría tener un papel fundamental en la enfermedad neurodegenerativa
Un nuevo estudio ha descubierto que las personas diagnosticadas con Esclerosis Laterial Amiotrófica (ELA) de inicio reciente presentan una mayor abundancia de bacterias Fusobacteria y Acidobacteria. Este descubrimiento sugiere que el microbioma intestinal podría ser determinante en la investigación de nuevas estrategias para el diagnóstico y tratamiento de esta enfermedad neurodegenerativa.
La investigación, realizada por el grupo de investigación en Fisiopatología Metabólica de Lleida, en colaboración con el servicio de Neurologia del Hospital Universitari de Bellvitge, ha sido publicada en la revista Scientific Reports. El estudio se llevó a cabo con la participación de 16 personas diagnosticadas con ELA, comparadas con un grupo de 12 individuos sanos. El objetivo principal era evaluar las diferencias en el microbioma intestinal de pacientes con ELA diagnosticados entre los 6 y 15 meses después de la aparición de los primeros síntomas, comparados con individuos sanos.
La investigadora principal y profesora de la Universidad de Lleida (UdL), Victòria Ayala, ha explicado que esta investigación pone en «evidencia» que los pacientes con ELA presentan características diferentes en su microbioma intestinal, con un foco especial en los ácidos grasos de cadena corta (SCFAs), unos lípidos que podrían actuar como «mediadores» en el metabolismo del enfermo. Sin embargo, todavía no está claro si estas diferencias son «causa o consecuencia» de la enfermedad, y se necesita más investigación para determinar su potencial como objetivos diagnósticos o terapéuticos.
Los próximos pasos en esta línea de investigación incluyen el análisis lipidómica y la ampliación a más pacientes, hechos que permitirán identificar si hay lípidos involucrados en los mecanismos patogénicos del ELA. Eso ayudará a entender mejor como los desequilibrios en los lípidos pueden influir en el microbioma y el metabolismo, contribuyendo así al desarrollo de la enfermedad.
Actualmente, no existe un tratamiento efectivo para el ELA, ya que los mecanismos de la enfermedad todavía son desconocidos. El ELA se manifiesta en la edad adulta y tiene una supervivencia media de tres años. Los pacientes pierden progresivamente la movilidad, con un desenlace fatal a causa de la muerte de las neuronas responsables del control del movimiento.
Esta investigación ha sido financiada por el Instituto de Salud Carlos III, la Generalitat de Catalunya, la Fundación Miquel Valls, FUNDELA y fondo de RedELA.