Diari Més

Educación

Agentes educativos defienden retirar la sexta hora de la concertada en caso de que no vuelva a la pública

Fundació Bofill, aFFaC y Rosa Sensat creen que no tendrían que existir diferencias en los centros financiados con fondos públicos

Imatge d'arxiu d'una professora i els seus alumnes a classe

Imagen de archivo de una profesora y sus alumnos en claseACN

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El debate sobre la recuperación de la sexta hora ha vuelto después de que el acuerdo de investidura entre los Comuns y el PSC la incorporara. La consellera de Educación, Esther Niubó, ha planteado pero que lo que hace falta es analizar cuáles son las mejores medidas para afrontar los retos. Precisamente varios agentes del mundo educativo consultados por la ACN reclaman esta evaluación antes de tomar ninguna decisión y para conocer la cual funciona y qué no.

Así lo defienden desde la Fundació Bofill, mientras que desde las Asociaciones Federadas de Familias y Alumnos de Cataluña (aFFaC) y la organización Rosa Sensat van más allá y piden que si una vez hecha esta evaluación se concluye que no es una medida efectiva, esta se elimine de la escuela concertada.

El pacto entre los Comuns y el PSC habla de «recuperar progresivamente la sexta hora en la escuela pública con concertación social». La consellera pero ha dejado claro desde sus primeras intervenciones públicas que no tiene voluntad de imponer esta medida y ha apelado en varias ocasiones al consenso de la comunidad educativa.

En sus declaraciones más recientes, aseguró que se creía la sexta hora pero más la concertación social. De hecho, la consellera expresó que quería hablar con los Comuns si esta es o no la mejor opción para mejorar los aprendizajes, reforzar la atención a las dificultades y avanzar «progresivamente» en la equiparación de la escuela pública y la concertada.

Esta evaluación es lo que echa de menos a menudo la jefa de proyectos de la Bofill, Elena Sintes, en el ámbito de los horarios. En este sentido, explica a la ACN que la sexta hora se retiró del sistema educativo público sin que se hiciera una evaluación sobre la cual funcionaba y qué no y cree que el mismo pasa con el horario continuo en la secundaria o el plan piloto de la jornada continuada en más de uno vigésimo de centros primario. «Es necesario que haya una evaluación de las medidas que se van tomando para aprender qué es lo que está funcionando y qué es aquello que se necesitaría mejorar», declara.

Sintes apunta también que los horarios son uno de los puntos de diferencia entre la escuela pública y la concertada, no sólo porque esta última sí hace la sexta hora sino también porque los institutos públicos aplican mayoritariamente la jornada continuada, mientras que los concertados hacen jornada partida. «Es preocupante que tengamos dentro del mismo sistema público dos ofertas tan radicalmente diferentes y que, además, generan mucha segregación escolar y mucha desigualdad», sostiene.

A pesar de estas diferencias, cree que el horario no explica por sí solo la situación de la escuela pública sino que se debe a motivos diversos entre los que sitúa la falta de inversión, de evaluación y, principalmente, la mayor concentración de la segregación escolar. Sí reconoce pero que los horarios lo que hacen es «añadir un elemento diferencial más que no es menor» porque la oferta de oportunidades que se da a unos alumnos y otros «es muy diferente».

La apuesta de Sintes sería ir hacia modelos de educación «a tiempo completo» donde hay una oferta más flexible y abierta, con centros educativos abiertos también por la tarde y desde donde se ofrecen actividades complementarias.

Sacar la sexta hora de la concertada

La directora del aFFaC, Lidón Gasull, comparte esta necesidad de evaluación y de preguntarse «para qué se quiere la sexta hora». Ha añadido pero que si una vez hecha esta valoración se concluye que tiene un impacto positivo en el aprendizaje de los niños y es positivo introducirla de nuevo al sistema público se haga. Puntualiza pero que si se llega a la conclusión que no se así «se tiene que eliminar de la red privada concertada». «Lo que no es lógico es que con dinero público estemos financiando una hora más a la red privada concertada y no lo estemos haciendo a la red pública», sentencia.

En todo caso, desde el aFFaC no creen que los malos resultados educativos que revelan pruebas como PISA se deriven de tener o no esta sexta hora. De hecho, Gasull apunta que si se observan las diferencias de estos resultados por niveles socioeconómicos, la diferencia entre pública y concertada «se reduce muchísimo».

Sí que reconoce que el hecho de tener una hora lectiva más «impacta de alguna manera en los aprendizajes». En este sentido, apunta que esta hora de más se podría utilizar en la escuela pública para que los alumnos más vulnerables pudieran fortalecer aprendizajes en los que no tienen acceso porque se hacen fuera del tiempo lectivo, por ejemplo. Comenta que otra propuesta podría ser destinar la sexta hora al comedor escolar cosa que permitiría avanzar en la universalidad y gratuidad de este servicio, con una oferta de actividades educativas.

En todo caso, la directora del aFFaC afirma que es necesario replantearse qué tipo de jornada necesita el sistema educativo y sobre todo «adaptada» a los diferentes niveles. Por ejemplo, dice que la concentración del aprendizaje en poco tiempo «no tiene un impacto positivo» pero también que los horarios de entrada y salida actuales «no son los mejores para el rendimiento y el bienestar del alumnado».

En una línea similar, la presidenta de la Asociación de Maestros Rosa Sensat, Mar Hurtado, plantea la necesidad de hacerse preguntas y entre estas ha asegurado que si la pregunta es si la sexta hora mejora los resultados educativos la respuesta, para ellos, es que no. En este sentido, dice que si el único objetivo es equiparar la escuela pública en la concertada y se llega a la conclusión que la sexta hora no es efectiva, se tendría que eliminar de esta red concertada. «Si es una medida que no está evaluada y nadie nos dice que realmente se provechosa y supone la solución a los grandes problemas, pues si tenemos que ser iguales, retirémosla de la concertada», asevera.

Hurtado insiste en la necesidad de hacerse preguntas, de preguntarse si se quiere la sexta hora para mejorar la conciliación familiar, si es porque se entiende que más horas quiere decir mejorar la calidad educativa o si se quiere implantar para equiparar pública y concertada. Sobre las dos primeras preguntas afirma tajantemente que la respuesta es no: «No supone más calidad, más horas no es mejor calidad». Sobre la conciliación familiar, concreta que reducirlo a la sexta hora es no llevar adelante una política social valiente «que no pasa porque las escuelas estén abiertas más horas» y finalmente dice que si la voluntad es equiparar, apuesta para eliminarla en la concertada.

Para Rosa Sensat hay que plantearse estas preguntas y una vez evaluadas las medidas, llegar a un horario «que sea razonable con el tiempo que los niños necesitan para aprender». En este debate pide también tener en cuenta otras cuestiones, como la garantía del comedor escolar. «Mirémoslo todos juntos, a todos los agentes educativos,» afirma, al tiempo que pregunta «más serenidad» por valorar qué funciona y que no lejos de debates «polarizados».

La concertada no quiere renunciar

Consultada por la ACN, la Confederación de Centros Autónomos de Enseñanza de Cataluña ha defendido la existencia de esta sexta hora en la escuela concertada. «Forma parte del ADN de la escuela concertada y no renunciaremos», afirma el presidente de la CCAEC, Carlos Camí.

Aparte de las escuelas concertadas, la sexta hora se mantiene actualmente en 401 centros públicos, todos ellos de alta o máxima complejidad.

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