Salud
Un 25% de la disfunción eréctil está provocada por el consumo de fármacos, según la CAMFiC
Los médicos de familia defienden que los pacientes tienen que estar informados sobre los efectos adversos de los medicamentos
Un 25% de los casos de disfunción eréctil están provocados por el consumo de fármacos, según la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC). Varios estudios han confirmado que pacientes que siguen tratamientos para enfermedades como la hipertensión, la depresión o la esquizofrenia a menudo abandonan la medicación por los efectos adversos sobre su función sexual. Otros factores como la edad, el consumo de tabaco, alcohol y drogas pueden afectar significativamente a la salud sexual.
En las mujeres, la disminución de la líbido es la principal disfunción sexual observada. La CAMFiC ha afirmado que entre los antidepresivos, los que tienen propiedades serotonérgicas son los que causan más disfunciones sexuales, afectando tanto hombres como mujeres.
Los fármacos pueden afectar a la función sexual a través de diferentes mecanismos. Los que reducen la líbido actúan mayoritariamente a nivel central, mientras que otros, como los que interfieren con el sistema autónomo, pueden causar problemas eréctiles o en la eyaculación y el orgasmo. Además, medicamentos que afectan a las hormonas, como el antiestrógeno tamoxifeno, pueden influir en la respuesta sexual de las mujeres.
Los antihipertensivos, como los betabloqueantes, tienen efectos adversos leves en la función sexual, mientras que otros como los inhibidores de la fosfodiesterasa tipo 5 mejoran las erecciones en el 70% de los hombres con hipertensión.
La médico y miembro de CAMFiC, Luz Vázquez Canales, ha afirmado que son pocos los estudios aleatorizados y controlados con placebo que investigan específicamente los efectos de los medicamentos sobre la función sexual y la mayoría de datos provienen de informes postcomercialización.
Canales ha recordado que es esencial que los pacientes sean informados de los posibles efectos adversos de los fármacos sobre su vida sexual antes de iniciar el tratamiento. Por otra parte, estrategias como reducir dosis, cambiar de medicamentos o, en algunos casos, combinar tratamientos específicos para la disfunción eréctil pueden ayudar a gestionar estas disfunciones.
La doctora ha defendido que es importante proporcionar una atención «más integral e informada» a los pacientes, con el fin de garantizar la adherencia a los tratamientos sin comprometer su calidad de vida.