Uno de los miembros de la célula yihadista del 17.ª asegura que el CNI sabía que el imán atentaría

Mohammed Houli Chemnal, uno de los yihadistas que fue condenado a 43 años de prisión por los atentados de Barcelona y Cambrils el 17 y 18 de agosto del 2017, ha asegurado este jueves que el Centro Nacional de Inteligencia (CNI) sabía que el imán de Ripoll y líder de la célula yihadista, Albdelbaki El Satty, acometria un atentado.

«El CNI tenían conocimiento de las intenciones que tenía el imán y permitieron que viniera y nos comiera el cap. Lo digo ahora y no antes por el temor que tenía a las represalias, pero estoy en la prisión y no tengo ahora nada que perder», ha dicho Houli al inicio de esta sesión insólita de la comisión de investigación sobre los atentados de las Ramblas de Barcelona y Cambrils en el 2017 que causaron 16 muertos.

Con barba, parecido serio y vestido con uno chaqueta de chándal granate y pantalones grises y con las manos esposadas escondidas bajo la mesa, donde ha puesto una libreta, Houli, de 25 años, se ha sentado enfrente de los diputados y de espalda a presidencia de la comisión, donde dos policías de paisano han ocupado dos asientos de la primera hila y dos funcionarios uniformados más han esperado detrás de la sala.

Imagen insólita en el Congreso

La presencia de Houli, único superviviente de la explosión en el chalet de Alcanar donde murió El Satty, ha despertado una gran expectación mediática -medio centenar de periodistas han esperado desde las 14:30 horas su llegada- mientras que un fuerte despliegue policial con agentes de UIP y guías caninos han reforzado la plantilla de agentes adscritos al Congreso.

Antes de que Houli tomara la palabra a las 15:30 horas y empezaran las preguntas de los diputados, seis parlamentarios del PP han abandonado la sala Delgaducho en protesta por el «espectáculo» de permitir que un terrorista condenado participara en la comisión con el único objetivo de «dar satisfacción en los que con sus votos permiten que Pedro Sánchez se mantenga en La Moncloa».

Tan solo 45 minutos ha durado su comparecencia, que se ha desarrollado en un ambiente tirante y silencioso en el que, ni Sumar ni a PSOE han querido formular preguntas. Sí lo ha hecho el portavoz de Bildu, Jon Iñarritu, a quien el preso no ha sido capaz de argumentar su primera afirmación y delante de quien ha insistido que su único objetivo es que «se busque a quién permitió que el imán salvara a placer».

Houli se define como un chico integrado, víctima del imán

Iñarritu ha cuestionado por qué ahora el compareciente se sumaba a la teoría de la conspiración y no había comentado estos hechos antes, a lo que Houli ha respondido de nuevo que temía que le pudiera perjudicar, pero que ahora ya no tenía nada que perder.

Ha dejado claro que con eso no se saca responsabilidad por el sucedido. «Yo estoy en prisión. Los que tenían que vigilar al imán no», ha recalcado.

La única cosa que ha explicado es que sabía los contactos del imán con el CNI por dos personas más, que le comentaron que cuando se reunían con El Satty, este a veces tenía que irse porque llegarían agentes del centro de inteligencia.

Más allá de estas manifestaciones, el recluso se ha definido como un chico que entonces tenía 18 años, con amigos, todos bien integrados y que no se metían en problemas, pero el imán les comió la cabeza.

Pilar Calvo, diputada de Junts, el grupo impulsor de la comisión y quien pidió la comparecencia del preso, ha centrado buena parte de su interrogatorio -el más extenso- en la explosión de Alcanar.

Houli ha explicado que el imán entró en la casa y que cuándo él llegó reventó la vivienda y que no sabía si El Satty salió por la ventana o no y que ni siquiera sabía si estaba muerta, una duda que sostiene Junts.

Ha dicho desconocer si la explosión fue accidental, pero ha admitido que en la prisión se sintió presionado por terceras personas» y eso lo llevó a afirmar que los terroristas querían atentar contra la Sagrada Familia.

A instancias del diputado de ERC Francesc-Marc Álvaro el condenado por el 17 y 18A ha reconocido que ahora no podía decir nada para mitigar el dolor de las víctimas y ha asegurado que hoy no haría lo que hizo.

«Ya he dicho todo lo que tenía que decir», ha repetido en varias ocasiones a pesar de las reiteradas preguntas del diputado de ERC para sustraer alguna información adicional sobre sus acusaciones. «Hay una diferencia entre impresión o conjetura e información, si fuera información nos diría más», ha concluido el parlamentario.

PSOE: Ha venido a jugarse un triple y le ha salido mal

Desde las filas de Sumar y PSOE sus portavoces han preferido no formular preguntas a Houli y han utilizado su tiempo de intervención a reprochar Houli sus manifestaciones sin ninguna prueba.

«Ha venido a jugarse un triple y le está saliendo bastante mal porque ha venido a presentarse como víctima y las víctimas fueron otras», ha defendido al diputado socialista David Serrada, crítico con la intervención de Houli para salpicar a los que protegen a los ciudadanos de terroristas y desprestigiar el trabajo de una comisión creada «para aclarar hechos, no para aportar incertidumbre sobre un hecho que está juzgado}.

Al final de la intervención de Serrada, el presidente de la comisión, el diputado de Sumar Txema Guijarro, ha cerrado esta primera comparecencia.

Los dos agentes se han dirigido al preso y cogiéndole cada uno de un brazo se han dirigido hasta la salida de la sala, donde estaba previsto que compareciera Gerard Gustave Gaston Trouvay, ciudadano francés vecino de la urbanización Montecarlo d'Alcanar.

No obstante, después de más de 15 minutos esperando al compareciente y después de que personal del Congreso notificara que no existía constancia que Gaston estuviera en el recinto, la comisión ha acordado suspender la sesión de hoy.

Con la comparecencia de Houli, los diputados de la comisión habrán escuchado ya a doce testigos. Está previsto que celebren cuatro o cinco sesiones más hasta el 25 de marzo con ocho citados, entre los cuales figuran la cabeza superior de la Policía en Cataluña, Sebastián Trapote (25 de febrero); el expresidente catalán Carles Puigdemont y la exvicepresidenta del Gobierno español Soraya Sáenz de Santamaría (18 de marzo) o el expresidente del Gobierno Mariano Rajoy (25 de marzo).