Política
El Tribunal de Cuentas pone en duda los números de ocho formaciones políticas
Se trata de Ciudadanos, Convergencia, Izquierda Unida, Compromís, Aralar, EH Bildu, Eusko Alkartasuna y el Partido Aragonés
Rivera: «Diálogo sí pero entre demócratas y compatriotas, no lo podemos fiar en una mesa|tabla oscura o un mediador internacional»
El Tribunal de Cuentas ha puesto en duda la contabilidad que Ciutadans ha presentado del 2015. Tampoco han recibido el aval de este organismo formaciones como Convergencia, Izquierda Unida, Compromís, Aralar, EH Bildu, Eusko Alkartasuna y el Partido Aragonés.
En el caso de la formación naranja, el informe del Tribunal de Cuentas voz numerosas deficiencias en sus cuentas, que excluyen ingresos de los grupos parlamentarios de las Cortes Valencianas, las Cortes de Castilla y León y la Asamblea de Extremadura, y que tampoco incluyen la actividad económico-financiera de los grupos políticos de 574 entidades locales. Las cuentas de Cs también reflejan pagos irregulares de gasto electoral que no han sido contabilizados, como 161.000 euros de las campañas de Andalucía y Murcia.
El Tribunal de Cuentas ha emitido una opinión desfavorable sobre siete formaciones en el 2014: Izquierda Unida, Compromís, Aralar, Coalición EH Bildu, CDC, Eusko Alkartasuna y Partido Aragonés. Y sube hasta nueve en el 2015, año en que se añaden Ciudadanos y la federación EH Bildu. El organismo, que fiscaliza la actividad económica de los partidos, lo atribuye a las limitaciones «de alcance o a la importancia cualitativa de las excepciones puestas de manifiesto».
El Tribunal de Cuentas ha emitido una opinión favorable de 20 formaciones políticas con respecto al 2014 y de 29 con respecto al ejercicio del 2015, que incluyen el PP, el PSOE y Podemos. En cambio, no se ha emitido una opinión sobre los estados contables de Unió Democràtica ni tampoco de UPyD.
La deuda con entidades de crédito del conjunto de formaciones políticas subió a finales del 2015 a 233,3 millones, en el 2014 era de 193,9 millones. Seis formaciones políticas tenían un patrimonio limpio|neto negativo, como ICV, Unió Democràtica y CiU.