Sánchez da por rotas las negociaciones con Iglesias y lo acusa de convocar la consulta para justificar el «no»

El presidente del gobierno español en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha dado por rotas las negociaciones con el líder de Podemos, Pablo Iglesias después de que este convocara una consulta en sus bases que –según Sánchez- es «una mascarada» para «justificar por segunda vez» un «no» a la investidura-. Sánchez ha recordado que después del mes de julio su candidatura decae y ha asegurado que «las ofertas que le he hecho a Iglesias» caducaron el viernes cuando este convocó la consulta. Según el presidente en funciones, durante su conversación telefónica del pasado jueves ofreció a Iglesias la entrada de ministros de perfil técnico del entorno de Podemos, pero este lo rechazó.

Sánchez ha insistido en cerrar la puerta a la entrada del propio Iglesias en este ejecutivo aduciendo a la «cohesión» necesaria en esta legislatura para afrontar cuestiones como la de Cataluña. Ha citado como ejemplo las declaraciones del presidente de la Generalitat, Quim Torra, en que «no renunció a la unilateralidad» y ha afirmado que su deber «es contemplar la aplicación del 155» si –a su entender- hace falta activar este mecanismo.

En una entrevista a la SER se ha mostrado «sorprendido y un poco frustrado» por la convocatoria de la consulta de Podemos sobre si sus bases quieren, o, no un gobierno de coalición. Según el líder del PSOE, la convocatoria de la consulta implica que las negociaciones «están rotas» porque Iglesias no se mueve de una «posición maximalista». «Iglesias está utilizando esta consulta trucada para justificar una votación contraria a mi investidura», ha dicho

Sánchez ha recordado que la consulta «no «recoge» la propuesta del PSOE, porque en su conversación «le ofreció la incorporación de determinadas personas de Podemos con calificación para poder liderar algunos departamentos al Consejo de Ministros». «Él dijo que no y en una entrevista en TVE calificó de idiotez la propuesta», ha sentenciado Sánchez, que considera que la respuesta de Iglesias es «una ruptura unilateral» de las conversaciones y una «mascarada grande de Iglesias para justificar por segunda vez» uno ‘no’ a su investidura.

Preguntado por si cierra la puerta a la entrada de Iglesias en el gobierno como vicepresidente, Sánchez ha afirmado que a él «no le gustan los vetos» sin embargo «tampoco las imposiciones». «Yo siempre he tenido muchas dudas sobre que Iglesias se incorporara a mi gobierno porque los dos somos líderes de formaciones políticas que tenemos enormes diferencias sobre temas de enorme vigencia en la legislatura como la catalana». Aunque no es su opción, ha dicho, «mi deber es contemplar la aplicación del 155». «Ojalá no lo tenga que aplicar», ha concluido.

En este marco, Sánchez ha admitido que la situación con Cataluña está «enredada» porque «el independentismo no renuncia a la unilateralidad, sigue rompiendo la convivencia en Cataluña y es evidente que el Estado tiene que actuar en caso de que eso vaya a más». «Hoy mismo estamos viendo en los medios de comunicación que Torra no renuncia a la unilateralidad y está diciendo que lo volverá a hacer y el gobierno de España tiene que estar preparado para cualquier eventualidad con la máxima cohesión interna ante un potencial desafío de nuevo», ha destacado.

Nueva ronda de llamadas

Sánchez ha anunciado que pondrá en marcha una nueva ronda de llamadas a los partidos de la oposición y ha recordado a Casado y Rivera que aunque están en su derecho de votar ‘no’ a la investidura con su voto no estarían dando ninguna «alternativa», porque esta no existe. Por eso les ha pedido que «se miren en el espejo» y asuman su «responsabilidad» si quieren –ha dicho- que la investidura no dependa de las fuerzas independentistas. «Son dos partidos políticos que dicen que quieren hacer pactos de estado, y probablemente el primer pacto de estado es que pueda haber gobierno en este país».