Política
Fracasa la segunda votación para la investidura y Sánchez no consigue revalidar el cargo de presidente
El socialista obtiene 124 votos a favor, 67 abstenciones y 155 en contra
Pedro Sánchez, en el estrato del Congreso, el día que afronta la segunda y dedinitiva votación de investidura.
Pedro Sánchez pierde la segunda votación para su investidura, tal como estaba previsto desde minutos antes de iniciarse la sesión. La negociación entre el PSOE y Podemos ha fracasado y los de Pablo Iglesias no han dado apoyo al socialista. Unidas Podemos –que incluye los diputados de Comú Podem- han optado por abstenerse y no dar apoyo a la investidura, a pesar de las ofertas y contraofertas que han intercambiado, y la seguridad de que un voto a favor comportaría un gobierno de izquierdas dada la predisposición de ERC y Bildu a facilitar la investidura sin haberla negociado. Así las cosas, Pedro Sánchez se marcha de la sesión con sólo 124 votos del PSOE y el PRC a favor, 67 abstenciones –entre las que hay los de Unidas Podemos, ERC y Bildu-, y 155 escaños en contra que han agrupado PP, Cs, Vox, JxCat, Coalición Canaria y Navarra Suma.
El candidato del PSOE no ha salido adelante en esta segunda investidura. Ni la primera ni la segunda votación ha otorgado mayoría suficiente al socialista para poder revalidar el cargo de presidente del gobierno de España. La segunda votación se ha saldado con 124 votos a favor provenientes del PSOE y los regionalistas cántabros; 155 'no' de las filas de PP, Cs, Vox, JxCat, CC y Navarra Suma; y las 67 abstenciones de la mano de Unidas Podemos, ERC, Bildu, el PNV y Compromiso.
Desde el punto de vista más catalán, los independentistas aquí han votado por separado. JxCat se ha mantenido en su voto contrario a la investidura al considerar que el PSOE no ha tenido en cuenta el conflicto soberanista, no ha hecho ninguna oferta para Cataluña y se sigue rechazando el derecho a la autodeterminación. ERC, en cambio, ha cambiado el 'no' de la primera votación por la abstención. Los republicanos, junto a Bildu, han querido hacer este gesto para intentar facilitar un gobierno de izquierdas y evitar una nueva convocatoria electoral que pudiera llevar una coalición de derechas, apelando así a la «responsabilidad» de PSOE y Podemos.
El Congreso tiene dos meses para investir a un presidente o se celebrarán elecciones el 10 de noviembre
El Congreso de los Diputados tiene desde el martes dos meses para investir a un presidente del gobierno español antes de que se disuelvan automáticamente las cámaras y se convoquen nuevas elecciones españolas. Después del fracaso de la investidura empieza una cuenta atrás que culminará el 23 de septiembre, día en que se convocarán unos comicios si antes no ha habido una investidura exitosa. Se repetiría así lo que pasó el año 2016, cuando después de la también investidura fallida de Sánchez del mes de marzo, se volvió a convocar a los ciudadanos a las urnas para el mes de julio.
La presidenta de Congreso, Meritxell Batet, comunicará en las próximas horas los resultados de la votación fallida al rey Felipe VI, quien podrá abrir una nueva ronda de consultas con el fin de proponer que Sánchez u otro aspirante formen gobierno. Si decide no hacerlo o no hay un candidato exitoso antes de dos meses, se disolverán tanto el Congreso como el Senado y habrá elecciones 47 días después, es decir, el domingo 10 de noviembre.
Es el mismo escenario que se vivió en el 2016, cuando el entonces presidente del Congreso Patxi López tuvo que comunicar la situación al rey y firmó el decreto de disolución de las cámaras en mayo de 2016 y se celebraron unas elecciones en verano que, después de meses de negociaciones y presiones al PSOE para que se abstuviera –con la dimisión de Sánchez como líder socialista incluida–, llevaron al popular Mariano Rajoy a revalidar la presidencia.
El PSOE parte ahora mismo como favorito en caso de repetición electoral ya que las encuestas le auguran unos resultados mejores que los 123 diputados que tiene ahora mismo. Ahora bien, estos mismos sondeos auguran una bajada de Unidas Podemos que podría dejar en minoría el bloque de izquierdas en la cámara baja española y favorecer una alianza del PP, Cs y Vox como la que se ha producido a los gobiernos de Andalucía y Murcia.
