Política
Sánchez releva su núcleo duro en el gobierno sustituyendo a siete ministros y amplía la presencia de mujeres y la cuota catalana
La crisis de gobierno no afecta a los ministerios de Podem y hace ascender Calviño a la vicepresidencia primera
El ministro de Justicia, Juan Carlos Campo, será sustituido por Pilar Llop, presidenta del Senado y jueza de carrera. Isabel Celaá, ministra de Educación, será reemplazada por la delegada del gobierno español en Aragón y candidata del PSOE a la alcaldía de Zaragoza, Pilar Alegría, maestra de profesión. El ministro de Ciencia e Investigación, Pedro Duque, será relevado por la alcaldesa de Gandía, Diana Morant, ingeniera de telecomunicaciones. José Manuel Rodríguez Uribes será sustituido a Cultura y Deporte por Miquel Iceta, y este será sustituido a Política Territorial por la alcaldesa de Puertollano (Ciudad Real), Isabel Rodríguez, que también será portavoz del ejecutivo. Las competencias de Función Pública pasarán de este ministerio al de Hacienda, con María Jesús Montero, que dejará de ser portavoz del gobierno.
El hasta ahora jefe de gabinete de Sánchez, Ivan Redondo, será sustituida por Oscar López. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, de Podem, pasará de la vicepresidencia tercera a la segunda, y Teresa Ribera, ministra de Transición Ecológica, pasará de la cuarta a la tercera vicepresidencia, todas manteniendo las competencias actuales. La vicepresidencia cuarta desaparece. Los nuevos ministros tomarán posesión del cargo este lunes y el martes participarán en el nuevo Consejo de Ministros.
El Senado previsiblemente lo presidirá Ander Gil, actual portavoz del PSOE en la cámara alta, según apunta 'El País'.
Un gobierno más joven y feminizado
En una breve comparecencia de menos de diez minutos pasadas las 3 de la tarde, Sánchez ha destacado la renovación generacional, ya que la media de edad del nuevo Consejo de Ministros pasa de 55 a 50 años, y también el mayor papel de las mujeres, que pasan de ser el 54% de los miembros del ejecutivo al 63%. También ha remarcado la procedencia municipalista de diversas de las nuevas ministras. Sánchez ha agradecido el trabajo hecho a los ministros salientes, sobre todo durante la pandemia.
Con respecto al nuevo gobierno, lo ha calificado como el de la «recuperación social y justa» para «superar la peor calamidad» de las últimas décadas, la covid-19, y que tiene que gestionar «la oportunidad enorme» de los fondos europeos Next Generation para «poner de pie una España mejor», con más empleo y una modernización digital, verde, feminista y que dé respuesta a las demandas de los jóvenes.
Sánchez ha dicho que con 30 meses de legislatura por delante el nuevo gobierno trabajará para sacar adelante «la agenda de cambios» anunciada a la investidura y que se vio paralizada por la pandemia. Pero los cambios y la recuperación, ha dicho, sólo saldrán adelante en un «ambiente de diálogo social y concordia territorial que el gobierno cultiva».
De la nueva ministra Raquel Sánchez ha destacado su gestión como alcaldesa de Gavà desde el 2014 y especialmente en materia de medio ambiente y movilidad sostenible.
Cambios de nombres y quizás de rumbo
La crisis de gobierno que ha ejecutado Sánchez este sábado ha sido rellenada de sorpresas. Hacía semanas que se rumorejava que el presidente español quería impulsar cambios, pero siempre se apuntaba a la caída de ministros como Carmen Calvo –por sus fallidas intervenciones en puntos clave de la legislatura-, Fernando Grande-Marlaska, Reyes Maroto o Margarita Robles. En cambio, la remodelación ha acabado siendo mucho más profunda y ha supuesto una revolución a lo que hasta ahora ha sido el núcleo duro de Sánchez.
Así, además de prescindir de Calvo, mano derecha del socialista desde que se presentó en las primarias del PSOE, y la sustituyó por Nadia Calviño como mujer fuerte del gobierno, Sánchez se ha deshecho también de su número dos al partido, el secretario de Organización del PSOE, José Luís Ábalos. Otro de los relevosque más sorpresa ha causado es el de la dirección de su gabinete. El considerado todopoderoso Iván Redondo deja la Moncloa después de haber estado el grande estratega y hombre de confianza de Sánchez en estos años.
Para acabar de remachar el clavo, el presidente hace caer de su gobierno a nombres que habían sido considerados apuesta personal suya, como Pedro Duque, Juan Carlos Campo, que ha capitaneado la concesión de los indultos del 1-O, o Isabel Celaá, que llegó a ser portavoz a su primer ejecutivo. Además, reubica Iceta en una cartera con menos peso político y aparta el catalán del ministerio que tendría que liderar las negociaciones con Cataluña. Todo hace prever un cambio de rumbo del gobierno de Sánchez que, a estas alturas, pocos saben hacia donde estará orientado.