Bajo custodia policial los padres y la hermana del supuesto autor del atentado del sábado en París

Los padres y la hermana de Armand Rajabpour-Miyandoab, sospechoso de haber asesinado a cuchilladas a un turista alemán cerca de la torre Eiffel este sábado, han sido puestos bajo custodia policial este domingo, detalló Le Parisien.

Los progenitores, que residían con el supuesto autor del atentando en el departamento de Essonne, son iraníes exiliados políticos. Rajabpour-Miyandoab, de 26 años, tiene nacionalidad francesa por haber nacido en el país y sus padres por haber logrado la naturalización.

En casos de sospechas de yihadismo, es habitual que las autoridades francesas recurran a la custodia policial contra miembros de la familia o del entorno más próximo del sospechoso con la intención de obtener información o saber si ellos mismos también están implicados. La custodia policial en Francia en casos de terrorismo puede extenderse hasta las 144 horas (6 días).

El supuesto yihadista, quien también hirió a dos personas a golpes de martillo en el ataque mortal del sábado, está detenido en la sede de los servicios secretos en París. La Fiscalía Nacional Antiterrorista abrió una investigación anoche por «asesinato y tentativa de asesinato con objetivo terrorista».  Por otro lado, los medios locales han filtrado que el sospechoso dejó un vídeo de reivindicación en el que decía pertenecer al Estado Islámico.

Asimismo, informaron de que en los últimos años se había comunicado con otros yihadistas, entre ellos el asesino en 2020 del profesor Samuel Paty, el checheno Abdoullakh Anzorov (18 años), quien fue abatido por la policía tras decapitar al docente.

Durante el ataque del sábado, Rajabpour-Miyandoab gritó, según las autoridades, en árabe Allahu-Akbar ( «Dios es grande») y vociferó sobre la injusta muerte de musulmanes en Gaza y en Afganistán.  Al parecer, el joven padece además problemas psiquiátricos, aunque actualmente no estaba tomando medicación, tras seis años de tratamiento (2016-2022).

Rajabpour-Miyandoab, detenido tras los hechos después de ser reducido por los agentes gracias a una pistola paralizante, ya cumplió cuatro años de prisión, entre 2016 y 2020, por haber proyectado atentar en el oeste de París en uno de los principales barrios de negocios de Europa, el de La Défense. Desde su salida de la cárcel, este joven descrito como muy influenciable estaba fichado por radicalismo islamista.

Desde 2012, los atentados yihadistas en Francia han causado la muerte de 273 personas, sumando la del sábado, y herido a 1.200, sobre todo en 2015 y 2016, cuando se trataron de ataques de mayor escala y organizados en grupo, no por perfiles que se asemejan a «lobos solitarios».