La UE cierra un acuerdo para regular la inteligencia artificial

El Consejo de la UE y el Parlamento Europeo han cerrado este viernes un acuerdo sobre la regulación de la inteligencia artificial. Los negociadores de los dos colegisladores han conseguido finalmente cerrar un acuerdo después de que las negociaciones hubieran quedado atascadas sobre los límites de los datos biométricos.

«La regulación busca garantizar que los sistemas de inteligencia artificial existentes y utilizados en la UE son seguros y respetan los derechos fundamentales y los valores europeos», ha apuntado la presidencia española de turno de la UE, la encargada de dirigir las negociaciones. El acuerdo se ha cerrado después de 36 horas de negociación.

La norma regula la inteligencia artificial en base al nivel de peligro que supone, todo prohibiéndola o limitando su uso según el grado de peligro. El Consejo y el Parlamento Europeo cerraron un acuerdo el jueves sobre las normas para sistemas fundacionales o generativos de inteligencia artificial, como ChatGPT, pero las conversaciones se encallaron en los límites sobre los datos biométricos y las negociaciones, que se habían alargado durante la noche, se suspendieron hasta el día siguiente por la mañana.

El punto más conflictivo y que quedaba para cerrar este viernes es el que afecta a la vigilancia biométrica, como las cámaras de reconocimiento facial en espacios públicos y que utilizan la inteligencia artificial en tiempo real. Los estados querían que se pudiera utilizar en determinados casos, como por ejemplo casos de abusos sexuales o prevención del terrorismo, pero el Parlamento Europeo consideraba que violaba los derechos fundamentales.

Les negociaciones entre el Parlamento Europeo y el Consejo para cerrar la normativa sobre inteligencia artificial empezaron en julio. Los dos colegisladores cerraron ya en septiembre un acuerdo sobre cuáles prácticas de inteligencia artificial se consideraban de alto riesgo y, por lo tanto, se tenían que prohibir en la UE. Desde entonces, quedaban para pactar los aspectos más controvertidos de la regulación: el uso de la vigilancia biométrica en tiempo real y la regulación de los nuevos sistemas de inteligencia artificial generativa, como ChatGPT.

El acuerdo todavía tiene que ser ratificado por el pleno del Parlamento Europeo y el Consejo con el objetivo que la ley entre en vigor en el 2026.