La reforma de la UE, la revisión del presupuesto y el catalán, entre los retos de la presidencia belga del Consejo
Bélgica asume la presidencia rotatoria este lunes en un semestre marcado por las elecciones europeas
Bélgica asume desde este lunes la presidencia de turno del Consejo de la UE, la que será la última de la legislatura. Bajo el lema 'Proteger, reforzar y reparar', la presidencia belga arranca con algunos de los grandes expedientes de la legislatura ya cerrados, como el Pacto de Migración y Asilo y la reforma de las reglas fiscales, pero todavía tiene unos 150 sobre la mesa. Entre las grandes cuestiones que se tienen que resolver bajo presidencia belga está la revisión del presupuesto comunitario, que incluye una partida de 50.000 millones de ayuda a Ucrania, así como el inicio del debate sobre cómo reformar la UE antes de una potencial ampliación cabe en el este y la petición de oficialidad del catalán.
Con las elecciones europeas convocadas a principios de junio, la presidencia belga tendrá menos tiempo de lo que es habitual para cerrar los expedientes pendientes. Una de las primeras cuestiones que tendrá que gestionar será la revisión del presupuesto comunitario, vetado por Hungría en la última reunión del año de jefes de estado y de gobierno de la UE. Los líderes europeos volverán a abordar la cuestión en una cumbre extraordinaria el 1 de febrero, pero será tarea de la presidencia belga trabajar en propuestas de consenso para intentar cerrar un acuerdo en el encuentro a máximo nivel.
En los próximos meses los 27 también tendrán que pactar el marco negociador con Ucrania para la adhesión. Budapest levantó el veto en diciembre para permitir la apertura de negociaciones con Kíiv, pero ahora hay que pactar las bases de la negociación, cosa que requiere unanimidad. Todo eso, en un contexto geopolítico complejo en que el conflicto en el Oriente Próximo a raíz de la guerra entre Israel y Hamás seguirá marcando la agenda internacional.
Una de las carpetas que también se han trasladado a la presidencia belga es la petición de oficialidad del catalán, el vasco y el gallego. Después de que durante la presidencia española se haya avanzado poco en esta cuestión con debates cortos en todas las reuniones del Consejo de Asuntos Generales, la incógnita es si la presidencia belga seguirá introduciendo la petición de oficialidad de estas tres lenguas en la agenda.
Reforma de la UE
Relacionada con las peticiones de adhesión a la UE, será durante la presidencia belga que la UE iniciará el debate sobre la reforma para incluir nuevos miembros. Se tratará, ha apuntado al embajador permanente de Bélgica delante de la UE, Willem van de Voorde, de «reflexionar» sobre cómo mantener la eficacia en la toma de decisiones, así como sobre el presupuesto y las políticas.
«Tenemos que preparar nuestra Europa para que funcione mejor. Y antes de hacernos más grandes tenemos que hacernos mejores para tomar decisiones más rápidamente y que nos ayude a mantener nuestra unidad», indicó el primer ministro belga, Alexander De Croo, en una presentación de las prioridades de la presidencia.
Por otra parte, en los próximos meses la UE también tendrá que pactar la agenda estratégica del 2024 en el 2029, que pretende ser una guía de los objetivos que el club comunitario tiene que tener para los próximos años. La presidencia belga también tendrá que intentar cerrar un acuerdo sobre algunas piezas colaterales del Pacto Verde y tendrá el reto de intentar desbloquear la directiva de violencia de género.
Para la presidencia belga, ha indicado Van de Voorde, también será importante priorizar la cuestión de la lucha contra el crimen organizado, después de que Bélgica se haya visto más afectada los últimos años.