Nepal en pie de guerra contra los escaladores del Everest: obligará a que bajen las heces en bolsas de plástico
La nueva normativa pretende reducir el impacto medioambiental en el Himalaya y entrará en vigor esta primavera
Las autoridades municipales de la región del Khumbu en Nepal han deliberado nuevas regulaciones para combatir el impacto negativo en el medioambiente de las actividades de montaña en el Everest y las montañas de la región. Estas normas nuevas van a ser vigentes ya a partir de esta primavera, según lo ha publicado el Himalayan Times. La temporada empezará en dos meses.
Llevan años intentando aplicar nuevas reglas, pero la basura que se amontona en estas montañas ha llegado a ser insostenible en todos los sentidos, hasta tal punto que el Everest desprende hedor a consecuencia de las heces humanas visibles en toda la montaña.
De acuerdo a las nuevas regulaciones, las personas a partir de ahora deberán bajar sus excrementos al descender. Para ello les darán unas bolsitas en las que tendrán que meter sus heces y bajarlas. La gente que quiera escalar el Everest, el Nuptse y el Lhotse, deberá volver al campamento base con al menos ocho kilos de basura por persona una vez concluya su expedición. Si escalan el Ama Dablam, la cantidad de basura que tendrá que bajar será de tres kilos.
Además, los equipos de expedición deberán tener un inventario de objetos y artículos que quieran llevar por encima de los campamentos base y presentar dicho inventario a las autoridades locales para luego cotejarlos y demostrar que han bajado todo de la montaña una vez finalizada su expedición. Las agencias de expediciones tendrán la responsabilidad de recuperar y retirar de la montaña los cuerpos de sus miembros fallecidos, incluidos los de los guías de montaña en caso de muerte durante la expedición.
El problema de las deposiciones
De acuerdo a Dorje Sherpa, los escaladores deberán defecar en las tiendas de campaña habilitadas como aseo. Rakesh Gurung, director del Departamento de Turismo, ha señalado que estarán en estrecha colaboración con el Comité de Control de Contaminación de Sagarmatha y el Ejército de Nepal para mitigar los daños en el ecosistema. Asimismo, dentro de la campaña de limpieza tienen el objetivo de bajar cinco de los cadáveres que se encuentran en lo alto del Everest y del Nuptse.
En la nueva normativa también se regulan los materiales de expedición portados en helicópteros, que desde esta primavera podrán volar sólo hasta Syanboche, a media hora de camino encima de Namche Bazaar. A partir de ese punto, el material de la expedición deberá ser transportado en yaks y con la ayuda de porteadores hasta el campamento base. No se permitirá volar por encima de los campamentos base, excepto en caso de operaciones de rescate.
Estas restricciones afectarán a cualquier actividad de turismo en la región. Se vigilará la ejecución idónea de la asistencia médica, de los sistemas de comunicación efectiva y de los mecanismos de respuesta a emergencia establecidos para las expediciones de escalada. Por tanto, todas estas regulaciones buscan promover el turismo de aventura sostenible.
19 toneladas de excrementos humanos
Al margen de todas estas normas nuevas, debemos anotar ciertos datos sobre la realidad de lo que ocurre en todas las montañas comerciales de Nepal, empezando por el Everest, para ver con claridad.
Las regulaciones y la intención son buenas, y ya han habido normas anteriores que surtieron el efecto deseado. En el Everest ya estaba en vigor la obligatoriedad de bajar varios kilos de basura por persona, pero la realidad que se vivió en la última temporada, en la primavera de 2023, fue desoladora. El campamento 4, a casi 8.000 metros de altura, fue un vertedero de basura, con imágenes espeluznantes de los residuos que quedaron en la montaña. En 2023, al concluir las expediciones, los equipos de limpieza recogieron en el Everest más de 54 toneladas de basura, de los cuales casi 19 fueron excrementos humanos.