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La prohibición del uso del móvil en las escuelas se extiende en Europa mientras otras restricciones toman fuerza fuera de las aulas

Algunas poblaciones van más allá con limitaciones en el uso del teléfono en el espacio público

Una joven mira su teléfono móvil.ACN

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Ya son diversos los países europeos que han impulsado medidas para restringir el uso del móvil a las escuelas, incluida la prohibición. En los Países Bajos hace un mes que los teléfonos móviles están prohibidos en las aulas, así como otros dispositivos como las tabletas y los relojes inteligentes, mientras Italia y Francia ya hace años que aplican esta medida. Mientras en Cataluña se aplique a infantil y primaria el próximo curso y en la secundaria sólo se permitirán con finalidades educativas, tal como recomienda la Unesco, Europa está en pleno debate sobre la regulación y ya empiezan a tomar bastantes otras medidas fuera de las aulas, como por ejemplo la prohibición que los niños y adolescentes tengan móvil o las restricciones en el uso en espacios públicos.

Los Países Bajos han sido uno de los últimos países europeos a hacer efectiva la prohibición de teléfonos móviles en las aulas, así como de tabletas y relojes inteligentes. La medida se anunció el pasado mes de julio, pero no entró en vigor hasta enero del 2024. Concretamente, el gobierno neerlandés ha prohibido los móviles a secundaria para favorecer la «concentración» del alumnado al considerar que estos dispositivos son un obstáculo para el aprendizaje y una distracción.

La norma neerlandesa prohíbe el uso de los dispositivos sólo en las aulas, pero permite a los centros aplicar más restricciones, como por ejemplo prohibir el uso también en el resto de instalaciones. Ahora bien, el veto prevé excepciones, como el uso de los dispositivos esté justificado por razones pedagógicas o médicas.

Así, los Países Bajos se han sumado a una lista de países europeos que ya habían regulado el uso de los móviles en las aulas. Italia lo hizo el año 2022. El gobierno italiano justificó la medida porque son un «elemento de distracción para uno mismo y para el resto», además de una «falta de respeto a los profesores». La norma incluye excepciones, como se puedan utilizar con autorización de los docentes y con finalidades educativas.

«Vas a la escuela a estudiar, no a chatear», afirmó el ministro de Educación italiano, Giuseppe Valditara. Hasta entonces, eran los directores de los centros educativos quienes decidían si se podía utilizar el teléfono en las aulas o no.

Francia también aplicó la prohibición el año 2018 en los centros de primaria y secundaria, con la excepción de razones pedagógicas o médicas, mientras en enseñanzas superiores la decisión se dejaba en manos de los centros. El gobierno francés argumentó la prohibición en el hecho de que los dispositivos afectaban a la capacidad de escucha y la concentración para aprender, así como que causaban conflictos.

Un año después, el ministro de Educación francés Jean Michel Blanquer consideró que la medida había sido un éxito porque, argumentó, incrementó el tiempo de lectura e hizo bajar el acoso, mientras los profesores habían constatado que el ambiente en las aulas era más tranquilo.

Hace tres años que en el Reino Unido está aconsejado que no se utilicen los móviles en las escuelas, pero el gobierno británico anunció la semana pasada una guía para prohibir el uso de los móviles en los centros de primaria y secundaria de Inglaterra, donde tiene competencias en educación. El ejecutivo británico argumentó que los móviles son una «distracción no deseada» para los alumnos. La guía no es obligatoria, pero plantea en los centros opciones para prohibir el uso del móvil con el objetivo que haya una «estrategia coherente en todas las escuelas».

En Suecia el gobierno ha presentado una iniciativa para prohibir el uso de los móviles a las escuelas de primaria. Los alumnos tendrán que entregar sus dispositivos al llegar a la escuela y los podrán recoger cuando acabe el horario lectivo.

A elección de los centros

Por el contrario, hay otros países que dejan que sean las escuelas quienes decidan qué hacer con los móviles. Es por ejemplo el caso de Portugal. Desde el 2012 hay una ley que establece que los alumnos «no tienen que utilizar ningún equipamiento tecnológico», como móviles, programas o aplicaciones informáticas. Ahora bien, en la práctica son los centros los que deciden sobre su uso y el país está en pleno debate sobre si el gobierno tendría que ir mas allá y prohibir el uso.

En Alemania, los centros educativos también tienen autonomía para prohibir el uso de los móviles. Ha habido algunas iniciativas, con el pronunciamiento en contra de algunas asociaciones de profesores, para prohibirlos a nivel federal, pero no han prosperado. También es el caso de Bélgica, donde las escuelas son las que deciden si los autorizan o no, como también pasa a Austria o Hungría, países en que hoy por hoy no se plantean la prohibición.

La Unesco recomienda la prohibición

Según un informe reciente de la Unesco, la agencia educativa y cultural de la ONU, casi uno de cada cuatro países tiene actualmente leyes o políticas que prohíben o restringen el uso del móvil a las escuelas. La mayoría de ellos tienen excepciones por motivos pedagógicos o médicos. El documento, publicado en julio del 2023, recomienda prohibir el uso de los móviles en las aulas porque, apunta, distraen a los alumnos, cosa que les hace reducir el rendimiento.

«Les datos de las evaluaciones internacionales a gran escala, como las proporcionados por PISA, sugieren una relación negativa entre el uso excesivo de las TIC y el rendimiento de los estudiantes», dice el informe, que alerta de que sólo el hecho de tener un dispositivo cerca distrae a los alumnos.

En cambio, la OCDE no es partidaria de la prohibición y apunta que un uso moderado de los móviles y otros dispositivos similares mejora el aprendizaje de los alumnos. «La OCDE no recomienda la prohibición generalizada, sino que invita a los países a desarrollar políticas que permitan a los estudiantes hacer un uso adecuado y moderado en las escuelas con la finalidad de aprender», dice el organismo.

Medidas fuera de las aulas

Más allá de las escuelas, Europa está en pleno debate sobre el uso de los móviles en niños y adolescentes, pero también en el caso de los adultos. En la localidad irlandesa de Greystones, en el sur de Dublín, escuelas y padres se han aliado para prohibir que los menores de 12 años tengan móvil. Otras asociaciones de padres del país ya se han interesado por la medida e incluso el ministro de Salud irlandés, Stephen Donnelly, originario de esta zona, ha recomendado extender iniciativa a nivel nacional.

En el municipio francés de Seine-Port, en el sur de París, los ciudadanos votaron en referéndum restricciones al uso del móvil en espacios públicos. Por ejemplo, no se puede mirar el móvil mientras caminas por la calle, estás sentado en un banco, en las tiendas, cafeterías o restaurantes. Tampoco mientras los padres esperan a los hijos en la puerta de la escuela.

Después de una votación en que sólo participó el 20% de los ciudadanos, la prohibición está recogida en un decreto redactado por el consistorio. Ahora bien, no se prevén sanciones en caso de incumplimiento y el decreto tampoco da poder a la policía para hacer cumplir la prohibición.

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