Sociedad
Un colegio matricula a cuatro ovejas para evitar el cierre de una clase
Los padres y madres de una escuela optaron por esa solución para llegar al cupo de alumnado exigido
La escasez de personas en las zonas rurales hace que sea difícil tener acceso a determinados servicios, y uno de ellos es la educación, pues son muchos los pueblos y villas que no disponen de colegios debido a que no llegan a un número mínimo de niños. Sin embargo, parece que hay un área al noreste de Francia que ha intentado solucionar esto de una forma muy particular: aprovechando la presencia de otros seres vivos.
Nitting (que en 2021 tenía unos 500 habitantes), Voyer (453) y Hermelange (214) son tres comunas de la región de Lorena que comparten una escuela de cinco clases. Sin embargo, para mantener estas cinco aulas debían tener un mínimo de 98 alumnos, mientras que ellos solo llegaban a 94. Pero eso fue antes de matricular a cuatro nuevos estudiantes.
Y es que, para evitar el cierre de una de sus cinco clases, decidieron inscribir a cuatro cabras, cada una de las cuales tenía una tarjeta oficial con su nombre y su apellido: John Deere, Valériane Deschamps, Phil Tondus y Marguerite Duprès. Según señala el medio francés RLT, el cuidador de estos animales también tiene a sus hijos en esa misma escuela.
«Ellos (los inspectores académicos) ya cuentan a nuestros hijos como ovejas, así que llegamos al extremo del absurdo y matriculamos a las cuatro ovejas que faltaban para tener suficientes niños y empezar el nuevo curso», declara Élodie, madre de dos niños de la escuela y vicepresidenta de la asociación local de padres. «Son nuestras nuevas compañeras para que no se cierren las clases. Es genial», añade Lola, de 4 años, muy feliz.
Para poder mantener abierta la quinta aula, los padres se aplicaron al 100%, y para ello cumplimentaron al completo los expedientes de estas 'ovejas estudiantes': pusieron sus nombres como progenitores, sus direcciones de residencia y una fecha de nacimiento.
Tras esto, el Ayuntamiento envió los formularios de registro y fueron admitidos, por lo que los cuatro mamíferos fueron matriculados correctamente. Y sus compañeros humanos les dieron una cálida bienvenida, pues los recibieron con pancartas y se les acondicionó una zona en el patio para que pudieran estar cómodamente.