Sucesos
El accidente de avión en Corea del Sur deja 179 muertos y dos supervivientes
Un vuelo de Jeju Air se ha estrellado y se ha incendiado después de intentar aterrizar en el aeropuerto de Muan
Imagen del avión accidentado
El accidente de avión en Corea del Sur ha dejado un balance final de 179 personas muertas y dos miembros de la tripulación supervivientes, según la agencia de noticias surcoreana Yonhap.
Un vuelo de la compañía Jeju Air se ha estrellado y se ha incendiado a las 09.00 horas de la mañana de este domingo, una de la madrugada hora catalana, después de intentar aterrizar en el aeropuerto de Muan, en el suroeste del país.
El Boeing 737 siniestrado había salido del aeropuerto de Bangkok con 181 personas a bordo, mayoritariamente de nacionalidad surcoreana excepto dos pasajeros tailandeses.
Les autoridades investigan las causas del accidente, que estaría provocado por un fallo del tren de aterrizaje del avión por el impacto con un grupo de pájaros.
Se trata de uno de los peores desastres aéreos en la historia de Corea del Sur y el tercero peor que afecta a una compañía del país después del accidente de Korean Air en Guam en 1997 con 228 muertos y el de Korean Air en Rusia en 1983 con 269 víctimas mortales.
Según las primeras informaciones, el avión ya había intentado un primer aterrizaje de emergencia sin éxito en el aeropuerto internacional de Muan y ha estado en el segundo intento cuando ha conseguido tocar tierra.
Un vídeo muestra cómo el vuelo de Jeju Air se desplaza por la pista sin el tren de aterrizaje desplegado y acaba chocando contra un muro con una gran deflagración. «Les posibilidades de supervivencia son extremadamente bajas», ha reconocido un responsable del cuerpo de bomberos.
«El avión ha quedado completamente destruido y es hace difícil identificar a los muertos. Estamos en proceso de recuperación de los restos, nos llevará tiempo», ha apuntado al mismo responsable. Los dos únicos supervivientes, un hombre y una mujer de la tripulación, han sido trasladados al hospital de Mokpo con heridas que «no pondrían en peligro su vida».