Varias escuelas prohíben las zapatillas deportivas con ruedines en las aulas
La prohibición llega después de notarse una alta presencia de este calzado entre los niños
Y la moda, como no podía ser de otra manera, también ha llegado a las aulas de las escuelas del Campde Tarragona. En algunos centros, como es el caso de la escuela Marcel·lí Domingo de Sant Pere i Sant Pau, la cantidad de alumnos que llevaba estas zapatillas deportivas era muy considerable sobre todo después de las vacaciones de Navidad, cuando se convirtieron en uno de los regalos más habituales. Aunque no hubo ningún accidente, era un peligro que tantos alumnospatinaranpordentro del centro. Ante el riesgo, la escuela llegó a un consenso con los padres para que los zapatos con ruedines no se llevarana clase. «Más que una prohibición es una recomendación», explican desde la dirección de la escuela.
En la tienda Bastida Peuets de Tarragona aseguran que las ventas de las zapatillas deportivas de este tipo, que engloban marcas como Heelys, Xti o Beppi, han aumentado tanto que casi se han quedado sin stock: «Ahora todos los niños las piden», afirman. Es normal, pues, que en las escuelas se empiecen a encontrar con ciertos problemas relacionados con este calzado.
El colegio de Sant Pere y Sant Pau Marcel·lí Domingo no es elúnico que ha acabado recurriendo a una norma con el fin de evitar posibles accidentes causados por las zapatillas-patines. En la escuela de la Floresta ya hace aproximadamente un año que los profesores decidieron prohibir estos zapatos. Según Oriol Castellví, director del centro, no eran muchos los niños que los llevaban, pero ante el peligro que podía suponer creyeron adecuado anticiparse y prohibirlos como medida preventiva: «No era un gran problema, pero queríamos evitar peligros», argumenta el director del centro.
En Reus la situación se repite en algunas escuelas. Un ejemplo es el centro Sant Bernat Calbó, donde ahora tampoco se suelen ver niños con estas zapatillas deportivas. «No eran muchos los alumnos que las llevaban, pero siempre había alguno», explica la directora de la escuela reusense Leonor Olivé. «Pero con las escalerasno sabemosqué podría haber pasado, así que pedimos a quienlasllevabaque no lo hiciera». Pero la problemática todavía no ha llegado a Educación. Desde la Delegación de Tarragona aseguran que no existe ninguna directiva a nivel global sobre este tema, y que las decisiones anteriores han sido tomadas por los centros de manera independiente según su criterio particular.