20.000 libros convertidos en arte
Por Sant Jordi Vila-seca muestra cinco esculturas elaboradas con libros reciclados
Si el libro es el gran protagonista de la Festividad de Sant Jordi, en Vila-seca lo será todavía más. Este año el Ayuntamiento, en colaboración con la Biblioteca Pública local y la Escuela de Arte y Diseño de la Diputación de Tarragona (EADT), ha querido que los libros obsoletos o viejos compartan protagonismo con las novedades editoriales. Y lo harán a través del proyecto ‘Esculturas con libros’, por el cual se montarán cinco esculturas de gran tamaño con los libros cedidos por vecinos e instituciones.
Núria Llebaria, directora de la Biblioteca, explicó que el proyecto, que nació pequeño, se les ha hecho grande a raíz del gran número de donaciones recibidas. En total, han conseguido recoger 20.000 libros obsoletos o viejos, cedidos por villa-secanos, instituciones públicas y bibliotecas vecinas, como las de Reus, Cambrils, Salou o Cunit.
Este proyecto, que el concejal de Cultura de l'Ajuntament de Vila-seca, Pere Segura, calificó de «pionero», ha contado con la complicidad de la Escuela de Arte y Diseño, que convocó un concurso entre sus alumnos, del cual salieron siete propuestas. De estas, se han escogido cinco, que se empezaron a montar el día 21 a sendos puntos del centro histórico de Vila-seca: la Rambla de Cataluña, la plaza de Estudi, la plaza de Voltes, la plaza de la Iglesia y la Casa Consistorial. Todas las creaciones nacen con un carácter efímero, porque sólo se podrán contemplar desde hoy el viernes 22 hasta el lunes 25, cuando se desmontarán. Daniel Uzquiano, director del EADT, explicó que este proyecto ha movilizado hasta 30 alumnos de la escuela, que se sumergieron en la propuesta de «poner de relieve el poder evocador de los libros en un día importante, con la idea de hacer reflexionar a la gente que les pueda ver sobre un producto que puede tener más de un uso». Por este motivo los proyectos seleccionados van más allá de la simple propuesta estética o decorativa, jugando con el simbolismo del texto escrito y encuadernado. Así por ejemplo, en la plaza de Estudi se ha montado un mapamundi formado por una alfombra de libros para representar el mundo como un cultivo universal de cultura, formación e ideas. Y en la Casa Consistorial se ha fabricado un muro de libros para tapiar accesos, puertas y ventanas, simbolizando el gesto, de apertura mental que puede representar coger un libro de un estante o, en este caso, del muro de ladrillos ‘literarios’.
Todo gira alrededor de tres grandes ejes: la participación ciudadana, la transformación y el reciclaje de materiales. ¿Sin embargo, qué pasará si el público se siente tan atraído porlas esculturas que osa abrir los libros, hojearlos o leerlos? Son esculturas que estarán a nivel del suelo, me imagino que no habrá un hilo que las proteja, así que la interacción no la podremos evitar. Y no sé queremos evitarla, tampoco,» aseguró Daniel Uzquiano.