Un grupo de presos de Mas Enric protagoniza una protesta por las comidas

Un grupo de internos del Centro Penitenciario Masía Enric, en el Catllar, protagonizó una protesta el pasado viernes, 27 de mayo, para denunciar la «mala calidad» de la comida que se sirve en la prisión y la poca cantidad que reciben a sus platos. Aseguran que las escasas raciones hacen que la comida no llegue a todo el mundo. Eso provoca que, a menudo, los funcionarios tengan que estar reclamando más cantidad a la cocina.

Los hechos sucedieron al Módulo 3. Era el viernes al mediodía cuando un grupo de sesenta presos de varias nacionalidades informó al jefe de unidad de servicio interior de que, como protesta por la poca cantidad y escasa calidad de las comidas, no entrarían en el comedor, aunque tienen completamente prohibido liderar algún tipo de queja colectiva. Aseguraban que, muchas veces, los cubiertos|cobertizos están sucios|brutos. Sin embargo, según su denuncia, después de seis meses de aperturadel centro penitenciario, el agua de boca sigue saliendo caliente del grifo y se sirve así a las mesas.

La protesta del viernes de la sesentena de internos llegaba después de que el jefe de unidad de servicio interior ya hubiera alertado sobre las quejas aljefe de servicios en tres ocasiones el pasado mes de mayo, según ha informado la sección sindical de CCOO en Mas Enric a través de un comunicado interno en el cual ha tenido acceso DiariMés. Este sindicato, y también Catac, han pedido a la dirección de Mas Enric que reclame las mejoras pertinentes a la comida en el Centro de Iniciativas para la Reinserción (CIRE), que gestiona el servicio de cocina y también los economatos. Los sindicatos denuncian también la manera como se sofocó la «pequeña» revuelta por parte del Coordinador de Unidad Especializada. Aseguran que, en vez de hablar con el interno que hacía de portavoz en un lugardiscreto y a puerta cerrada, el coordinador inició «un diálogo en el mismo patio, donde se fueron incorporando otros internos, hasta constituirse un grupo numeroso que, aparte de protestar sobre la comida, añadían quejas sobre registros, aislamientos, economato, pecuni y todo el que se les venía en la cabeza». Los sindicatos alertan de la peligrosidad que pueden comportar paralos funcionarios estas«asambleas» improvisadas con grupos numerosos de internos.

Finalmente, con el fin de calmar los ánimos, el viernes se repartió doble ración de segundo plato y una generosa cena.

Los sindicatos hacen responsables a la actual dirección del centro y al CIRE de cualquier disturbio que puedan provocar las sucesivas quejas porla comida.