En las comarcas de Tarragona dos personas son desahuciadas cada día por impago de la hipoteca
La demarcación suma 216 desalojos practicados durante el primer trimestre del año, un 20% menos que los registrados hace un año
Al menos dos familias al día han sido desahuciadas por impago de su hipoteca en la demarcación de Tarragona durante el primer trimestre del año. De hecho, los tribunales de Tarragona han ejecutado hasta 216 casos durante este periodo, según describe la última estadística del Consejo General del Poder Judicial. A pesar de la elevada cifra, el volumen de afectados ha disminuido en comparación con el total del año pasado durante estos mismos tres meses. En aquellos momentos, hasta 268 personas fueron desalojadas de sus viviendas –segundas residencias o empresas– al ser embargados. Así pues, los desahucios ejecutados han caído un 20%.
A pesar de «el optimismo» que se podría extraer de los datos, en pie de calle la experiencia de sufrir un desahucio se vive como un proceso silencioso. Desde la PAH Tarragona, una de las suyas miembros, Clàudia González, destaca que «el problema real es que a nosotros, en la plataforma, nos llega un porcentaje muy bajo en comparación con el volumen total de afectados». Aunque la lucha para combatir los desahucios de aquellas familias que no pueden asumir una hipoteca o la suma de varias deudas –a raíz de la irrupción de la crisis económica– se ha convertido en un hecho bastante mediático, González subraya que «quizás detectamos el 8 o el 10% del total de casos que se sufren en nuestras comarcas. A nivel cultural, explica que no puedes pagar tu hipoteca nos hace vergüenza, explicarlo supone unshock muy grande».
Actualmente, el perfil mayoritario de las personas que se encuentran en una situación de impago que los ha llevado a perder su hogar se sitúa en personas de entre 30 y 50 años, que forman a una familia y tienen hijos a cargo. Clàudia González recuerda que «hace tres o cuatro años, los principales afectados que nos llegaban a la plataforma eran matrimonios que habían perdido el trabajo, pero que ahora han conseguido recuperarla y llegar a algún acuerdo con su entidad financiera».
Lamenta así que «la situación actual todavía es más precaria porque a menudo son familias sobreencausadas que no llegan a pagar la hipoteca, ya sea porque están subordinados a cláusulas abusivas o hipotecas que, en su día, se sobredimensionaron». Asimismo, detalla que «también hay varios casos de personas que, por ejemplo, a los 55 años han perdido el trabajo y no pueden recolocarse».
Los beneficios de una ley suspendida
Respectoa la ligera disminución del número de casos, desde la PAH consideran que es consecuencia de la ley de emergencia social 24/2015. «La ley que tumbóel PartidoPopular en el Tribunal Constitucional tuvo efectividad durante unos meses y entendemos que se ha reducido el número de desahucios, ya que varias personas consiguieron un alquiler social». En este sentido, desde la plataforma luchan por conseguir una ley similar a la suspendida, en defensa de la condonación de la deuda, la dación en pago retroactiva, el alquiler social y poder garantizar los suministros.
«Tenemos el compromiso de la Generalitat que, de aquí tres semanas y después de las elecciones generales, de impulsar esta ley que pedimos en Cataluña,» asegura González, esperanzada.