El Mercado Viejo de Conesa hace florecer los recuerdos de todos los visitantes

La octava edición del Mercado Viejo de Conesa reunió a centenares de personas durante toda la jornada del sábado. Este año, las calles del pequeño municipio de la Conca de Barberà acogió a una sesentena de paradasde antigüedades y artesanías, desde productos alimenticios como aceites hasta joyasartesanales. Desde la mañana y hasta las nueve de la noche, los visitantes pudieron disfrutar de las entradas de casas particulares decoradas al gustode los conesinos: había con cómics, con soperas, con colecciones de relojes, con fotos antiguas que evocaban al recuerdo, entre otros. Desde la organización del Mercado Viejo se construyeron dos entradas que tenían un encanto especial. Una tienda de máquinas de hacer fotografías y una perfumería completaban el encanto de las calles más céntricas de Conesa. Todos aquellos que pasaban por la zona recordaban instantes de su vida. «Esta colonia la utilizaba yo cuando era joven, De estos peinesya no se fabrican». Estas eran algunas de las frases que decían, sorprendidos, aquellos que entrabanen la perfumería antigua.

En elotrolado de la calle, el conocido caricaturista Napi reproducía sobre el papel los rostros de todos aquellos que pasaban por Cal Duch, una de las casas de Conesa. En la calle de Dalt, habíauna hilera muy larga de sillas unidas por una red. Esta instalación sorprendió a muchos de los visitantes.

A partir de las diez de la mañana tuvo lugar el séptimo intercambio de placas de cava. Al mediodía, los conesinos y visitantes se desplazaron al Minigolf El Clos para probar el vino de la Conca de Barberà. La fiesta estaba amenizada por un grupo de teatro Tocs de Gresca, que dio risa a todo el mundo. El encuentro de coches clásicos, la degustación de aceites y los juegos gigantes paraniños y adultos fueron otras de las actividades de la jornada.