La familia del mantero muerto en Salou todavía voz «puntos oscuros» en el caso
Una veintena de familiares y amigos llevan a cabo un homenaje pacífico a Mor Sylla, un año después de su muerte
La familia de Mor Sylla, el mantero que murió hace un año en el marco de una operación de los Mossos contra el top manta en Salou, ha denunciado este jueves que todavía hay demasiados «puntos oscuros» en el caso y que quiere agotar la vía judicial, aunque tanto el juzgado de instrucción como la Audiencia de Tarragona archivaron el procedimiento penal.
Durante un acto de homenaje pacífico a Salou, que ha contado con la participación de una veintena de miembros de la comunidad senegalesa, Ibrahima Sylla ha explicado que respeta la decisión judicial pero que no la comparte. Así, ha adelantadoque presentará una reclamación contra Interior por la vía civil con el fin de «garantizar el futuro» económico de la hija de tres años de la víctima y de su mujer, que han quedado «desamparadas».
Además, ha afirmado que tiene «muchos motivos» por presentar un recurso de casación al Tribunal Supremo, pero que no ha dispone de los recursos para sacarlo adelante.
El hermano ha lamentado que la comunidad senegalesa de Salou les volviera la espalda después del suceso porque se había difundido «la mentira» que habían recibido una indemnización de la administración y ha cargado también contra los compañeros de piso del mantero, a a quién ha acusado de «lavarse las manos» y de cambiar su versión de los hechos ante|delante de la policía y del juez «por miedo» y para no ponerse en problemas. «Se volvieron ciegos y sordos; valoraron más su DNI y su permiso de residencia que al pobre muerto, a quien|quién también acusaron de ser el propietario del material que los Mossos intervinieron en el piso», ha lamentado Ibrahima, quienha dicho sentirse «engañado y defraudado» por los cinco compañeros de piso de Mor Sylla.
El joven ha puesto en duda también las versiones dadas por los testigosprotegidos y el hecho de que algunos de ellos pudieran observar la caída mortal desde la terraza de un bar ubicado a decenas de metros del lugar. Según Ibrahima, existen dudas que la terraza ya hubiera abierto a aquellas horas y que los testigosestuvieran tomando un café tal como se aseguró.
Igualmente, Sylla ha criticado nuevamente la «desproporcionada» actuación policial y el hecho de que dos de los agentes de los Mossos no acabaran declarando ante el juez. «Si porunas camisetas del Barça y del Madrid entran 13 agentes armados en un piso de 40 metros cuadrados y con seis personas dentro, qué harán porcasos más graves», se ha preguntado, a la vez que ha pedido que, antes de actuar, los cuerpos policiales valoren los efectos que pueden tener sus actuaciones.
El portavoz de la familia ha recordado que la Audiencia de Tarragona denegó la práctica de las pruebas que pedían y, en definitiva, la presentación de un posible recurso. Los familiares querían que las imágenes grabadaspor las cámaras de seguridad del bloquede viviendas se incorporaran a la investigación y que se hiciera una reconstrucción de los hechos.
Ibrahima se ha preguntado por qué ninguno de los 13 agentes armados que accedieron a la vivienda pudieron detener a su hermano y ha lamentado que ni la misma justicia lo ha podido aclarar. Por eso, ha afirmado que no descarta presentar un recurso de casación en el Supremo y que está decidido a conseguir una indemnización por la vía civil para cubrir las necesidades de la niña de tres años.
El hermano del mantero muerto ha negado también que Mor Sylla fueraeljefe de lado organizada y ha dicho que, por falta de estudios y para ganarse la vida, era un vendedor ambulante que cada tarde montaba su manta en el paseo Miramar. «Sólo llevabatres meses viviendo en el apartamento de la plaza Sant Jordi y los Mossos investigaban el piso desde el 2013», ha subrayado. Ibrahima ha criticado que, si su hermano hubiera sido el responsable de la organización, el top manta se habría acabado, cosa que no ha sido así. «A los responsables hace falta buscarlos en los polígonos», ha lanzado.
Ibrahima Sylla ha querido agradecer el apoyoeconómico de los senegaleses de todo el Estado que colaboraron en la repatriación del cadáver de su hermano. Asimismo, ha reconocido que los disturbios protagonizados por algunos ciudadanos senegaleses los perjudicaron y ha aprovechado el acto de homenaje para pedir disculpas a los comerciantes de Salou, a los vecinos y policías que resultaron lesionados y a Adif por|para el corte|trozo de la vía del tren.
Ibrahima ha cargado contra la ineficacia de los dirigentes de la comunidad senegalesa, que no supieron mantener la calma, la unidad, ni nombrar un portavoz, con los cuales se habrían podido evitar los incidentes. En un discurso emotivo, leído en castellano y catalán, Ibrahima ha pedido que la muerte de su hermano «no caiga en el olvido».
Ibrahima ha definido Mor, que llevaba16 años viviendo al estado español -primero en Orpesa del Mar y después en Castelló- como «el mejor senegalés que había en España». «Lo que ganaba con la venta ambulante lo compartía con todos, aunque lo hubieran engañado alguna vez, ha concluido».