Crece el número de denuncias por desapariciones en la provincia en 6 años
La Unitat Central de Persones Desaparegudes está desarrollando un sistema de alerta para casos de desapariciones de riesgo, como los de menores
En la provincia de Tarragona se registraron entre el 2010 y el 31 de octubre de 2015, 1.957 denuncias por desapariciones de personas. De éstas, 393, se produjeron el año pasado. Son cifras oficiales del Departamento de Interior.
La tendencia en el número de denuncias es ascendente: de las 238 y las 219 denuncias del 2010 y en el 2011 respectivamente, se pasa a las 409 y las 393 del 2014 y el 2015. Teniendo en cuenta que las cifras del último año faltan de los dos últimos meses, el número de denuncias en el 2015 podría rondar un número similar al 2014, o incluso supéralo.De éstas, una gran parte se acaban resolviendo o retirando en cuestión de horas sin más problemática, pero los Mossos advierten que a toda costa, es fundamental no esperar para avisarlos si se tiene una sospecha de desaparación. «No te tienes que esperar, es un error muy común. Nosotros hacemos pedagogía, las primeras horas son esenciales. Si tienes indicios y estás seguro, pon la denuncia, es mejor ponerla y después, si hace falta, ya laretirarás», decían desde el cuerpo.
Cuandolos agentes de cualquier comisaría catalana –de las Unidades de Investigación del territorio– tienen sospechas que una desaparición podría enmarcarse dentro del ámbito criminal, pasan el caso a la UnitatCentral de Persones Desaparegudes de los Mossosd'Esquadra. Se trata, advierten, de una parte mínima del global de denuncias por desaparición. De hecho, los seis agentes que conforman esta unidad sólo pueden atender una media de dos a cuatro casos el año, ya que de las investigaciones de las cuales se hacen cargo requieren de entre tres meses y un año de trabajo.
Sexo, dinero y control sobre la persona, son las casuísticas más comunes con las que se encuentranlos agentes en las desapariciones de ámbito criminal, según explica a DiariMés el cabo de la unidad, Santi López. Loprimero que hacen los agentes es abrir una doble vía de investigación. Por una parte, sobre la vida de la persona desaparecida, «buscar llo quemotiva aquella falta de actividad social, laboral y económica, si se debe a un atentado contra su vida, o a una retención ilegal», apuntaba López. Aparte, se inicia la búsqueda del posible responsable, con un especial cuidadodel entorno más próximo, que es de donde habitualmente surgen los conflictos, «es un tanto por ciento altísimo», remarcaba el agente.
El hombre del saco no existe
Precisamente, desde la UnitatCentral de Persones Desaparegudes se quiere remarcar que el típicamente conocido como hombre del saco, no existe como tal, y que «no es una realidad» que se secuestren niños y niñas pequeños, tal como habitualmente se dice, para extraerles los órganos o traficar con ellos. «De aquello que ha pasado a lo que llega a la gente, todo se desvirtúa completamente», apuntaba el agente. «De las 17.000 denuncias de personas desaparecidas en Cataluña –concretamente 17.380 entre 2010 y 2015–, se produjeron cero casos de esta tipología. Ningún caso», añadía tajante López.
Un nuevo sistema de alerta
De todos modos, con el fin de ser más efectivos cuando se presente una desaparición sospechosa de un menor, la unidad, perteneciente a la Comisaría General de Investigación Criminal –situada en Sabadell–, está trabajando en el desarrollo del SADAR, un sistema de alerta en casos de desapariciones de alto riesgo. «Está basado en la difusión de información a la ciudadanía para alertar y recoger información en situaciones de desapariciones de alto riesgo, especialmente en los casos de desapariciones de menores de edad», apuntaba el conseller de Interior Jordi Jané, en una respuesta formulada a una pregunta por escrito del diputado Carles Castillo, en el Parlamento. Aunque el camino para su implementación definitiva todavía es largo, «pueden pasar años hasta que lo veamos funcionar», apuntaba a López. Como todo, los recortes del Gobierno han retrasado el proceso. Pero una vez se ponga en marcha, en un tiempo récord, se podrá hacer una difusión máxima de la imagen o los rasgosfísicos de una persona, «se enviará información a través de los paneles de las autovías, de los medios de comunicación... Pero no tiraremos alertas de forma continua, estará sólo en casos destacados», explicaba el agente.
Además, preparan un método de instrucción virtual con el fin de facilitar, tanto a los investigadores como a la Fiscalía, anteel jurado popular, ilustrar los indicios y plasmar las tesis de la acusación de manera mucho más eficiente, en pro del procedimiento.
El éxito de una unidad innovadora
La Unitatde Persones Desaparegudes, operativa desde el 2010, ha conseguido, en su corto periodo de vida, algo inéditoen elEstado, y con un caso de la provincia de Tarragona: sus investigaciones de las desapariciones de Júlia Lamas y Mauricio Font acabaron con una condena de prisión de 30 años porel homicidio de estos dos vecinos dePallaresos, a manos de Ramón Laso. El hombre se deshizo de su pareja sentimental y de su cuñado al querer empezar una relación sentimental con Mercedes Lamas, su cuñada. Todo eso en un crimen casi perfecto: no se pudieron encontrar los dos cadáveres, ni ningún tipo de resto biológico, ni armas, y no hubo ninguna confesión. Pero los agentes recopilaron, en 11 meses, toda una serie de indicios no físicos, que acabaron conformando la prueba indiciaría.