Campesinos de Perafort están molestos porque el PSC quiere llevar el vertido de purines al pleno municipal

A raíz de las recientes denuncias que el grupo municipal del PSC de Perafort ha realizado sobre episodios de malos olores en el municipio que podrían tener su origen en el vertido de purines por su uso agrícola como fertilizantes, tal como explicaba Daniel Esparza, al portavoz del grupo en Perafort y Puigdelfí, algunos campesinos del municipio se han mostrado molestos por las declaraciones. Jordi Llauradó, que tiene explotaciones agrarias en el término municipal de Perafort, explica que «todo lo que hacemos está contemplado por la normativa aprobada por el Parlament de Catalunya». Es por eso que se muestra desconcertado y no entiende «por qué el PSC lo quiere debatir en el pleno municipal si un organismo superior, cómo es la Generalitat, lo avala».

Llauradó no está de acuerdo con la mala imagen del campesinado que se dio con tales declaraciones, y sobre todo «estoy molesto porque parece que estamos haciendo cosas fuera de la normativa, cuando realmente no es así». Las declaraciones de Esparza aseguraban que se investigaría la causa de los episodios, aunque indicaba que muy probablemente tenían sus orígenes en los purines. «No se trata de episodios puntuales sino de hechos que se han ido reproduciendo en el tiempo. En concreto, durante tres o cuatro días de la semana pasado el olor, realmente pestilente, estaba insoportable y obligó a muchos vecinos a cerrar las ventanas a pesar del calor del verano», explicaba el portavoz del grupo socialista municipal.

Según explica Llauradó, la normativa estipula que en las zonas vulnerables de nitratos, que es el tipo de terreno de Perafort, los purines se pueden tirar en cultivos de huerta durante todo el año. Además, asegura que el vertido que realiza en sus cultivos también cumple con la distancia estipulada por la misma normativa. «En los cultivos que tenemos más cerca del pueblo no vertimos purines, sino que usamos abonos químicos para evitar los malos olores», asegura. Y continúa: «Los purines líquidos se pueden verter y labrar hasta al cabo de 24 horas, y los sólidos hasta 48. Pero nosotros no los dejamos más de una hora, a fin de que no apeste tanto». Es por eso que se muestra indignado, también, «porque los vecinos tienen que entender que viven en un entorno rural con actividad agraria que comporta eso».