El IPHES aplica sangre sintética para analizar restos prehistóricos
Este avance permite examinar en el microscopio réplicas de residuos orgánicos
El IPHES (Instituto Catalán de Paleoecología Humana y Evolución Social) aplica sangre sintética para analizar restos prehistóricos, tal como informa al mismo organismo con sede en Tarragona.
Un estudio experimental en el IPHES, publicado en la revista científica «Microscopy and Microanalysis» demuestra que se pueden reproducir fielmente la morfología de los glóbulos rojos en réplicas sintéticas.
El biólogo e investigador del IPHES Policarpo Hortelano ha demostrado que las réplicas sintéticas pueden reproducir fielmente la morfología de los glóbulos rojos en manchas de sangre.
Representa un avance importante, «al poder examinar en el microscopio réplicas de residuos orgánicos en vez de los originales», afirma el investigador.
La técnica podría aplicarse a otros residuos orgánicos (músculo, piel, tendón...), muestras clínicas o incluso a piezas industriales cuando los originales no puedan examinarse con el microscopio electrónico barrido.
Las causas son diversas, como por ejemplo que la pieza sea demasiado grande, que no se pueda mover de lugar|sitio (como un altar) o problemas legales porque|para que el custodio o propietario no permita llevar la pieza al laboratorio.
En este contexto, las réplicas sintéticas se abren camino en muchos campos que ya aplican la odontología, la paleontología, la criminalística y la arqueología.
Para descubrir la viabilidad de las réplicas sintéticas, el profesor Hortolà efectuó un estudio experimental con manchas de sangre humana sobre piedra, madera y concha, que son algunos de los materiales orgánicos más utilizados por sociedades prehistóricas.
Primero hicieron moldes de silicona de las áreas manchadas con sangre y de allí, obtuvieron copias de resina de poliuretano, se examinó el original y la réplica y se compararon los resultados.
«En todas las muestras estudiadas, se constató la capacidad de las réplicas para reproducir la morfología de los glóbulos rojos a las manchas de sangre», afirma el investigador.