Diari Més

Un año de prisión para el excartero que se llevó a casa más de 500 cartas

La fiscalía y la defensa llegan a un acuerdo de conformidad que evita la celebración de un juicio con jurado popular

Oficina dónde trabajaba el cartero y edificio dónde vivía, justo encima.

Un año de prisión para el excartero de Coma-ruga que se llevó a casa más de 500 cartasGoogle Maps

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El extrabajador de Correos de la oficina de Coma-ruga, en el Vendrell, que se llevó a casa más de 500 cartas sin repartir han aceptado una pena de un año de prisión, una multa de cerca de 1.200 euros y cuatro años de inhabilitación para los delitos de infidelidad en la custodia de documentos y violación de secretos. El lunes pasado, la fiscalía, la defensa y el abogado del Estado -que ejercía de acusación particular- llegaron a un acuerdo de conformidad que ha evitado la celebración del juicio en la Audiencia de Tarragona con jurado popular. Además, también acordaron la suspensión de la pena privativa de libertad con la condición de que Alfonso D.A., que actualmente tiene 67 años y está jubilado, no vuelva a delinquir en un periodo de dos años. Según la sentencia, el hombre también tendrá que asumir los costes del procedimiento.

Los hechos se remontan a julio del 2009, cuandopersonal del juzgado que estaba ejecutando el desahucio del cartero, que vivía en el mismo bloquede pisos dónde se ubiacava la oficina dónde trabajaba, descubrió en el interior de su domicilio un total de 541 cartas sin repartir -138 de las cuales abiertas. El hombre accedió al contenido de las cartas sin el permiso previo de sus destinatarios y que contenían facturas, extractos bancarios y currículums vitae, entre otros. Gran parte de la correspondencia intervenida estaba fechada entre el 10 de noviembre de 2006 y el 20 de mayo de 2009, y todas ellas con varias direcciones de Coma-ruga, tanto de la zona de reparto del cartero como de otras secciones. Además, se localizaron avisos certificados de llegada que el propio acusado había llenado manualmente con su letra, así como varios productos.

Después de estos hechos, Correus despidió al trabajador y, a su vez, éste presentó una demanda contra la empresa. El hombre trabajaba en Correos desde el año 2005 y, en su declaración ante el juzgado de instrucción, afirmó que desconocía que en su domicilio tenía sacos con correspondencia y que ignoraba cómo habían podido llegado. En las alegaciones que presentó en la demanda contra la empresa, sin embargo, el acusado admitió que, aprovechando la proximidad de su domicilio con la oficina, habitualmente la correspondencia que no podía entregar la dejaba en casa y la devolvía el día siguiente. Según su versión, eso lo hacía porque cuando acababa el reparto la oficina ya había cerrado.

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