Saloufest y el territorio: una historia de amor que se acabó en el 2014
El año 2010 el sector público y el privado lo defendieron ante las amenazas del Gobierno catalán
Como una historia de amor que se va enfriando, el Saloufest se ha ganado el rechazo de las administraciones públicas y parte del sector privado durante los dos últimos años. Los hoteleros y el Ayuntamiento de Salou reniegan ahora de un paquete turístico que habían defendido en capa y espada, con más o menos intensidad según la temporada, antela opinión pública e, incluso, ante el Gobierno de la Generalitat. Las «aventuras» de los británicos en Salou han dejado, a lo largo de estos años, un amplio álbum de imágenes de noches de borrachera, desenfreno e incivismo.
El año 2010 estas mismas imágenes provocaban que el consejerode Turismede la Generalitat, Josep Huguet, amenazara con que Salou podía perder la certificación de TurismeFamiliar por culpa de la imagen que daban del municipio los jóvenes británicos. La advertencia del titular de Turismeprovocaba la reacción inmediata del consistorio salouense, el Patronatde Turismede la Diputacióy la AssociacióHotelera Salou-Cambrils-la Pineda, los cuales firmaban un comunicado conjunto exigiendo «responsabilidad» a Huguet. En el comunicado instaban a «no alimentar más una polémica innecesaria que sólo puede perjudicar la imagen de Salou y de su sector turístico». Un año después, la empresa encargada de la promoción del paquete turístico dejaba de utilizar los reclamos con referencias explícitas al sexo y el alcohol.
En la hemeroteca continúan las declaraciones que, desde la misma Asociación Hotelera Salou-Cambrils-la Pineda se hacían, culpando a los medios de comunicación y a «algunos políticos» de la polémica suscitada el año anterior durante la llegada de los estudiantes. En abril del 2013 uno de los estudiantes británicos se precipitaba porel balcón de su hotel en estado etílico. El Ayuntamiento calificaba entonces el accidente de aislado e instaba a los organizadores a extremar las medidas de seguridad y ampliaba la ordenanza de civismo para incluir una multa de 300 euros a los ciudadanos que fueran pillados practicando el balconing, es decir, saltando de un balcón en otro. El episodio, pero, se repetía el año 2015. Una joven de 21 años del Saloufest se caía desde un cuarto piso en el hotel Jaume I. El Ayuntamiento de Salou instaba, entonces, a los organizadores y a los hoteleros que dejaran de perjudicar la imagen turística del municipio y que «cesen en el uso de la marca de Salou». En octubre del mismo año, el Ayuntamiento asegura que no cederá ningún equipamiento público para el desarrollo de las actividades deportivas de los británicos, evidenciando así la rupturadefinitiva.