«Investigando la vida de Ada Scott he vivido momentos de emoción»

Míriam Guillem Morell es autora del trabajo ‘Ada Scott. From Melbourne, with love,’ una investigación sobre la vida d'Ada Hannah Scott, casada con el villa-secano Esteve Morell Mariné, con quien tuvieron un hijo que sería alcalde de Melbourne, Australia.

El proyecto, que Míriam realizó como a trabajo de investigación de Bachillerato, ha servido para sacar a la luz buena parte de la biografía de la mujer que, a pesar de nacer en Inglaterra, de bien pequeña viajó hasta Australia, donde conoció a Esteve Morell, con quién se casó y con quién viajó hasta Vila-seca, donde vivieron unos años antes de ir a Tarragona y, finalmente, retornar a Melbourne.

Míriam se sintió atraída por la figura de Ada Scott precisamente por la falta de datos biográficos sobre su persona y por|para una vida que parecía más propia de un aventurero que de una mujer de finales del siglo XIX. «En un principio quería hacer el trabajo de investigación sobre la figura de la mujer en la literatura inglesa, en el Romanticismo, pero con mi tutora del trabajo, Àngels Poblet, vimos que este tema estaba muy tocado. Entonces vimos un trabajo que se hizo treinta años atrás, sobre familias de Vila-seca que habían ido a Australia, y encontramos la figura de Ada. El primero que me pregunté fue: ¿‘qué hace a una mujer inglesa (o australiana, todavía no sabíamos de dónde era) en un pueblo como Vila-seca’?», explica Míriam.

Y cuando se puso a buscar más datos sobre ella, enseguida descubrió que se sabía muy poco. Este hecho la espoleó todavía más, y así empezó una investigación que duró medio año y que la llevó|trajo hasta contactos británicos y australianos.

«Durante la investigación he vivido momentos muy emocionantes, como|cómo cuando me enviaron su partida de nacimiento», explica a la joven, que admite que el reto de reconstruir la vida de alguien que existió fue un elemento fuertemente motivador. Y lo hizo desde el nacimiento, porque de Ada Scott ni siquiera se sabía dónde y cuándo había nacido. Pero el hecho de que hubiera vivido en Vila-seca y después en Tarragona, donde regentó una fonda, resultó una pista clave para localizar la fecha, gracias al censo que Míriam encontró en un archivo de Tarragona. A partir de aquí, tirando del hilo, averiguó que era hija de Inglaterra y consiguió que, desde Londres, le enviaran un certificado de nacimiento. Con su defunción pasó una cosa similar, pero también consiguió localizar el lugar y el año, así como una foto de la lápida, que le enviaron desde un cementerio de Australia. En Vila-seca, Míriam pudo hablar con personas que la ayudaron a hacerse un retrato de Ada Scott más allá de los datos biográficos, como Frida Pujals, que le explicó que no acabó de encajar con el ambiente del pueblo, a pesar de ser una persona que se ganó el afecto de los villa-secanos.

Pasión por el inglés

Míriam siente pasión por la lengua inglesa, y fue justamente esta pasión la que la llevó hasta la figura de Ada, pero también la que le permitió reconstruir la vida. «Este trabajo también ha servido para poner de manifiesto mis competencias, no pensaba que pudiera utilizar el inglés como lo he hecho, comunicarme con Inglaterra y Australia con la capacidad de responder sin tener que utilizar traductores o diccionarios,» afirma Míriam, que asegura que todo el inglés que sabe lo ha aprendido en el instituto, aunque admite que es una lengua que siempre le ha interesado, de aquí que en la actualidad esté cursando el grado de Filología inglesa en la URV, en el campus Cataluña de Tarragona. Aunque todavía le quedan unos años para acabar de decidir dónde quiere encaminarse profesionalmente, Míriam ya apunta que la investigación le ha gustado mucho: «hacer este tipo de trabajo siempre es un reto, y quizás de mayor quiero hacer investigación la URV sobre alguna cosa nueva, pero sé que para hacer este tipo de trabajos me tengo que espabilar, tengo que ir por|para mi cuenta, no puedo depender de las otras personas».

Un trabajo de largo recorrido

Míriam Guillem presentó su trabajo de investigación al tribunal del instituto Ramon Barbat en enero de 2016. La primera alegría le llegó poco después, cuando le invitaron a exponerlo al Ayuntamiento de Vila-seca, con motivo del Día Internacional de la mujer, el 8 de marzo. «Esta fue una gran ilusión, poder presentarlo a más gente del pueblo, y que me vinieran a ver a los familiares», admite Míriam. Pero el recorrido de su trabajo no acabó aquí. Este mismo mes fue reconocido con el premio del Consejo Social de la Universidad Rovira i Virgili a los mejores trabajos de investigación de Bachillerato. El premio fue entregado el 4 de octubre al teatro Bartrina de Reus, donde Míriam y el resto de alumnos premiados pudieron explicar durante unos minutos las bases de sus trabajos. «Lo más interesante de todo fue poder encontrarnos a todos los ganadores, la ilusión de poder conocernos y compartir las aspiraciones que cada uno de nosotros teníamos con nuestros trabajos», explica Míriam, que también se muestra satisfecha por el hecho que el premio fue un reconocimiento «a mucho de esfuerzo y a muchos meses de investigación». Por eso la estudiante de la URV tiene previsto ir a hablar con el Ayuntamiento de Vila-seca con el fin de poder ceder al pueblo su investigación, publicándolo o dejándolo en la Biblioteca pública a fin de que todo el mundo que lo quiera lo pueda consultar. Dentro de dos años, la URV, que tiene los derechos de autor, publicará una reseña, tal como prevén las bases del premio del Consejo Social. «Ahora lo tengo en casa guardado, pero sí que hay gente que me ha preguntado si se podrá leer o se hará alguna cosa», añade Míriam.