La nueva variante facilitará la conexión entre la N-240 y el A-27

El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha puesto este miércoles en servicio la variante de Valls, una infraestructura que mejora las conexiones y la seguridad viales en este ámbito. La nueva carretera, que une la N-240 y la C-37 y permite evitar el tráfico de paso por el interior de Valls, ha contado con una inversión de 2,6 millones de euros.

Acompañado del alcalde de Valls, Albert Batet, el conseller Rull ha asegurado que esta variante «mejora de la seguridad vial, el alivio de la congestión, el impulso a la actividad económica y el equilibrio territorial,» de esta manera «liberamos una parte importante de la trama urbana de Valls del tráfico pesado» y al mismo tiempo supone un impulso «para la actividad económica en torno al eje potente del A-27, que comunica Ponent con el Port de Tarragona».

La nueva variante se sitúa en el suroeste del núcleo de Valls y tiene una longitud de 800 metros. Está formada por dos carriles de circulación de 3,5 metros de anchura y dos arcenes de 1 metro y tiene con una franja central acebrada de separación de los dos sentidos, de 1 metro de anchura.

Las obras han incluido la construcción de un puente sobre el torrente del Puig de 85 metros de longitud, formado por dos tramos de 42,5 metros, con una pila central circular de 9,6 metros de altura. Por otra parte, se ha aprovechado un paso inferior, formado por un cajón de 7 metros de anchura para dar continuidad en un camino. Adicionalmente, se ha acondicionado un tramo de unos 200 metros de la carretera C-37 y se ha construido una rotonda de 48 metros de diámetro exterior. A partir de esta conexión con la C-37, los vehículos pueden acceder hacia la autovía A-27.