Juzgan a seis personas por inducción a la prostitución en un club de Torredembarra
Entre los acusados se encuentran tres hermanos que se encargaban de engañar nueve chicas que venían de Brasil pensando que les ofrecerían un trabajo
La Audiencia provincial de Tarragona juzgará este martes a seis personas, tres hombres y tres mujeres, acusados de los delitos contra los derechos de los ciudadanos extranjeros y por determinación a la prostitución, que cometieron los delitos en un club de alterno de Torredembarra. Entre los procesados se encuentran las dos administradoras de una sociedad que gestionaba el Club Lapsus, situado en la carretera N-340 de Torredembarra, según relata la representante del Ministerio Fiscal en sus conclusiones provisionales.
Según este relato de los hechos que se juzgarán, desde 1998, las dos administradoras del establecimiento, M.L·L. y K.P., vivían de obtener beneficios de las mujeres que ejercían la prostitución dentro del club y se encargaban de controlar el dinero que se cobraba para las actividades sexuales que llevaban a cabo las chicas. A lo largo del año 2010, A.L·L., hermano de una de las gestoras del establecimiento que no ha podido ser detenido, viajaba a Sud-America y se ponía en contacto con jóvenes del Brasil, a las cuales convencía para que vinieran a Barcelona con la promesa de que obtendrían un trabajo en nuestro país.
De esta manera, nueve chicas aceptaron hacer el viaje que tenía como destino el aeropuerto del Prat. A.L·L. facilitaba las documentaciones necesarias para entrar en España «de manera fraudulenta», según narra el Ministerio Fiscal. También les enviaban dinero en efectivo y un billete de ida y vuelta y una reserva en un hotel de Barcelona con el fin de hacerlas pasar por turistas. En llegar a Barcelona, los acusados las conducían directamente al club de alterno, dónde las chicas empezaban a ejercer la prostitución. La operación se repitió en nueve ocasiones.
El 18 de octubre de 2010 se llevó a cabo una operación policial conjunta de Mossos d'Esquadra y Cuerpo Nacional de Policía que acabó con la detención de los seis procesados, aunque no pudieron localizar al hermano de una de las mujeres, A.L·L. En la operación se arrestaron a once personas, pero el objetivo era encontrar a los seis que el martes se sentarán en el banquillo de los acusados. Aquella noche se identificaron a 21 chicas que ejercían la prostitución: 12 eran brasileñas, 6 rumanas, 1 rusa y 1 checa. Ocho de ellas se encontraban en situación irregular en España.
Los procesados, entre los cuales se encuentran tres hermanos: J.M.E.G., N.E.G., J.M.E.G., presuntamente rompían el billete de vuelta a Brasil y la reserva del hotel en subir al coche, un turismo de la marca Crysler, con el que hacían los desplazamientos. Les sacaban el dinero que A.L·L. les había dado y las obligaban a volver las cantidades invertidas en su viaje desde Brasil. De esta manera, continúa la fiscal, se veían obligadas a pagar una deuda mediante el ejercicio de la prostitución.
Los acusados se lucraban de la explotación de estas chicas. En la intervención policial se encontraron bajo el cojín de un sofá 1.200 euros, en otro domicilio se confiscaron 15.550 euros más. Cuatro de las chicas se convirtieron en testigos protegidos, cuya identidad no se revelará a la vista oral. Además de las penas, se ha dictado una orden de alejamiento y la prohibición de acercarse a menos de 1.000 metros a su puesto de trabajo y a su domicilio durante 9 años.