Vila-seca estrena dos nuevos 'maestros' de lectura: los perros Lolo y Mel

El pasado viernes, 18 de noviembre, se llevó a cabo en el Centro Cívico y Cultural el Colomí de Vila-seca la segunda sesión de lectura asistida con perros, con la participación de 14 niños y niñas de las escuelas de Vila-seca.

Los grandes protagonistas de la tarde fueron el Lolo y la Mel, dos perros entrenados especialmente para estas sesiones. Su papel es doble: por una parte, hacen las funciones de ‘ayudantes’ de la lectura, y de la otra, y todavía más importante, se convierten en una fuente de motivación para los pequeños lectores.

La actividad tiene una duración aproximada de media hora, y durante este tiempo, cada niño tiene que leer una página de un cuento y, después, estar atento a la lectura de sus compañeros, porque se le planteará una pregunta sobre lo que ha escuchado. La Mel, una labrador de seis meses de edad, hace de atril, echada y quieta, sostiene el libro que los niños tienen que leer. El pequeño Lolo, un ‘yorkie’ de dos años, hace de ‘secretario’, llevando a su lomo las preguntas que los niños tendrán que contestar. Si aciertan la respuesta, podrán hacer una acción con el perrito, como pedirle la patita o hacerlo serpentear.

Esta actividad está pensada para los niños que presentan dificultades a la hora de leer, y también participan niños y niñas con trastornos diagnosticados de dislexia o TDH. Dirige las sesiones Raquel Luna, psicóloga infantil del centro Rendimiento Psicología de Vila-seca, quien apunta que la finalidad última de esta actividad es motivar a los niños con dificultades con la lectoescritura, que a menudo tienen poca seguridad en lo que hacen. «Poder leer con la Mel y el Lolo los da un incentivo, hace que la lectura sea más dinámica y divertida, y que quieran leer más», explica Luna. A menudo, se trata incluso de que los niños rompan el hielo con la lectura, y que dejen de verla como un problema, una cosa negativa, y lo asocien al hecho de pasarlo bien.

Un factor de éxito de esta actividad es la elección de los animales. La psicóloga explica que tanto la Mel como el Lolo son «mucho equilibrados de carácter, no son nada agresivos, van por la calle y van saludando, y no presentan ningún problema en el aspecto social». También explica que a menudo las sesiones se hacen de manera que los perros hacen de simples acompañantes de los niños, echados en su lado mientras leen, pero que desde su centro se ha optado por un sistema más interactivo, en el cual el perro toma parte activa del hecho de leer y se convierte en una recompensa para los pequeños que consiguen superar sus dificultades.

Las sesiones en el Colomí se hacen en dos tandas, de treinta minutos cada una, y en grupos según las edades. Son gratuitas, y la única condición es que, mientras los pequeños están llevando a cabo la actividad, los padres tienen que participar en el Club de lectura que se hace en paralelo en el mismo centro. Durante el rato que los niños no hacen el taller, pueden disfrutar de un servicio de acogida gratuita.

El programa de lectura asistida con perros forma parte del Plan Educativo de Entorno de Vila-seca, que se viene llevando a cabo desde hace ya unos años, aunque el taller con perros es una novedad de la programación de este año. Son las escuelas las que hacen la propuesta de los niños que participan, previa solicitud por parte de sus padres a participar en el programa de lectura.