Concentración de empleados de las ambulancias tarraconenses para forzar una solución al conflicto laboral

Una setentena de trabajadores de las ambulancias de las zonas de Tarragona, las Terres de l'Ebre y Lleida se han concentrado este miércoles por la mañana delante la sede de la UTE Egara-Lafuente, ubicada en el polígono Riu Clar de Tarragona. Los empleados de las ambulancias se han concentrado mientras los representantes de los tres comités de empresa se han reunido con la dirección con el fin de resolver el conflicto laboral que arrastra la UTE. Los trabajadores denuncian que la UTE quiere imponer un nuevo cuadrante laboral, eximiéndolos de las horas de excedencia y contratando nuevo personal de forma precaria para que las asuman, mediante la aplicación del artículo 41 del Estatuto de los Trabajadores. Con una plantilla conjunta de 800 trabajadores, el colectivo avisa de endurecer las protestas y no descarta convocar huelgas si las negociaciones -tanto con la reunión con dirección como con la mediación de Salud- no llegan a buen puerto.

De momento, la primera reunión con la dirección de la empresa no ha sido nada fructífera, según han adelantado fuentes del comité. No se ha llegado a ningún acuerdo y, según el colectivo, la empresa no ha querido facilitar ninguna información de los cambios de horarios ni argumentos que justifiquen la aplicación de este artículo 41. «No nos quieren aclarar nada y ni siquiera han querido firmar el acta de la reunión», ha manifestado Paco Muñoz, delegado sindical en Tarragona. Si las negociaciones no prosperan -hay un par de reuniones pendientes con la dirección a primeros de diciembre-, la plantilla ha anunciado que convocará una huelga indefinida para forzar la empresa a resolver la situación.

El principal problema es la modificación de los horarios y la contratación de personal cobrando un 40% menos que la categoría más baja del colectivo -un auxiliar camillero-, a pesar de tengan la máxima titulación -el de técnico medio en emergencias sanitarias (TÉS). De hecho, según la plantilla, el convenio no contempla esta categoría superior y se aprovecharía de este «vacío legal». La diferencia en las horas extras, por ejemplo, es significativa. Un camillero cobra 5,86 euros/hora, cuando una categoría intermedia como lo es el técnico en transporte sanitario (TTS), ingresa más del doble -12,30 euros/hora, según datos facilitados por los trabajadores.

La eliminación de estas horas, supone, para un trabajador fijo, quedarse en las 1.800 horas el año -cuando hasta ahora podían llegar a ser 1.950 -y la pérdida del ingreso de entre 200 y 250 euros extras en el mes. Esta cuantía, además, los permite compensar, como medida correctora, el recorte del 3,5% -aplicada desde el 2011- y la congelación del IPC -desde el 2008. Actualmente en la empresa trabajan 800 personas: 333 en Tarragona, 221 en Lérida y 213 en la zona del Baix Ebre -datos actualizadas a 14 de noviembre. En los tres lotes o regiones, se prevén una sesentena de nuevas contrataciones -28 en Tarragona, 18 en Ebro y 19 Lérida- y el comité teme que sean de carácter precario.

«Contratan un 40% más barato para despedirlos antes de los 24 meses», denuncia Muñoz. «I si, según el nuevo cuadrante de trabajo, todas las horas en excedencia se cubren en precario, en vez de la plantilla fija, la empresa saca un rendimiento bastante amplio; está claro que sólo quiere obtener beneficios, beneficios y más beneficios», concluye. El conflicto laboral en la UTE, vinculado a la polémica adjudicación del transporte sanitario en media Cataluña, ya hace meses que se arrastra. La mesa de mediación con Salud se disolvió, pero este miércoles se ha intentado reanudar, en un nuevo encuentro convocado a la sede de la Región Sanitaria del Camp de Tarragona.