El proyecto de mejora del acceso al barrio de Santa Magdalena se iniciará en el 2017
Los trabajos permitirán recuperar la antigua ermita medieval
El Ayuntamiento de Valls iniciará en el 2017 el proyecto de mejora del acceso al barrio de Santa Magdalena. Concretamente derribará una parte del edificio situado en la carretera de Picamoixons, en el cruce entre las calles Freixa y de la Ermita y el camino de la Granja. El alcalde de Valls, Albert Batet, y las concejalías de Actuaciones Públicas, Urbanismo, Barrio Antiguo y Patrimonio y de Vía Pública, Judit Fàbregas y Dolors Farré respectivamente, se han reunido esta semana con representantes de la junta de la asociación de vecinos de Santa Magdalena para informarles de los pasos que llevarán a cabo en este proyecto de mejora de la seguridad y la accesibilidad en el barrio desde la carretera de Picamoixons.
La asociación de vecinos había manifestado su preocupación sobre el calendario de ejecución de los trabajos y el Ayuntamiento ha confirmado que ejecutará las dos primeras fases del proyecto el año 2017. La actuación se desarrolla en un ámbito catalogado, en concreto un área de expectativa arqueológica, ya que es un espacio donde había la antigua ermita medieval de Santa Magdalena y su cementerio.
El año 2011, el Ayuntamiento ya efectuó por seguridad un derribo preventivo de una parte del edificio que supervisó el departamento de Cultura de la Generalitat. En esta obra, se derribó la cubierta del edificio, las paredes de la planta segunda y parte de la primera, así como los techos de las dos plantas. También se impermeabilizó la cubierta para evitar la entrada de agua y se estabilizaron con puntales las paredes.
Derribo del almacén del edificio y recuperación de la ermita medieval
La actuación que el Ayuntamiento realizará en el 2017 en esta finca de propiedad municipal consistiría en el derribo del almacén y de varios sectores de paredes y cubiertas del resto del edificio, con un presupuesto de obra de 34.000 euros. También está previsto el rebaje de tierras del actual patio y del almacén, que se habrá derribado. Según las investigaciones y las intervenciones arqueológicas llevadas a cabo, la ermita de Santa Magdalena estaba construida en esta dirección. De esta manera, el rebaje de tierras y la excavación permitiría dejar el terreno preparado para poder realizar un estudio arqueológico en extensión para buscar evidencias de la ermita medieval a nivel de fundamentación.
El año 2017, una vez efectuado estos trabajos de derribo y de rebaje de tierras, también se contratarán los trabajos de seguimiento arqueológico para determinar si alguna de las paredes son de la antigua ermita. El derribo se efectuará manualmente y se prevé que no ocasione vibraciones que puedan estropear los restos medievales. Una vez completados los trabajos, los arqueólogos podrán establecer qué hace falta proteger patrimonialmente y encargar, de cara al año 2018, una fase más del proyecto de adecuación de este espacio.
La actuación, en su conjunto, permitirá mejorar la accesibilidad en el barrio de Santa Magdalena, en especial la visibilidad para los conductores en la entrada y salida al barrio desde la carretera de Picamoixons. Además, se podrá dar un paso más en la recuperación patrimonial de este entorno.
La ermita de Santa Magdalena, originaria del siglo XIII
Las investigaciones sitúan la ermita de Santa Magdalena y su cementerio en este espacio. Los años 80, con la apertura de la calle Freixa, se pusieron al descubierto restos de entierro y se conoce que se conservan restos de la ermita que se aprovecharon para levantar el edificio actual. Esta ermita, originaria del siglo XIII, consistía inicialmente sólo con una capilla con la casa del ermitaño al lado y muy cerca se encontraba situado el hospital y leprosería de Santa Magdalena. A finales del siglo XVI, en este espacio debió haber un conjunto de edificaciones relativamente grande para acoger una comunidad religiosa. En 1818 la ermita dejó de tener culto y a mediados del siglo XIX se encontraba en ruinas. Sobre sus restos se construyó, seguramente a finales del siglo XIX, el actual edificio ya que, según las prospecciones arqueológicas realizadas el año 2014 se aprovechó parte de uno de los muros de la ermita. El terreno que hay sin edificar, incluido en la misma finca, se correspondería en el antiguo cementerio.