Los hoteles de la Costa Daurada prevén una baja ocupación para la semana del Puente de la Purísima
Los establecimientos rurales de las Terres de l'Ebre esperan un 20% de ocupación, la mitad que el año pasado
La veintena de hoteles de la Costa Daurada que abrirán este puente de la Constitución y la Purísima, con unas 7.700 camas, esperan una baja ocupación que podría no superar el 50%, un 15% menos que el año pasado. La Asociación Hotelera Salou-Camarines-la Pineda reclama una desestacionalización de la temporada turística, ahora centrada en el sol y playa y que no puede competir con la oferta de nieve de otras demarcaciones. Hoy por hoy, sólo Port Aventura funciona como cebo durante la temporada de otoño e invierno. Con respecto a las Terres de l'Ebre, los establecimientos rurales no prevén superar el 20% de ocupación, la mitad de lo que se alcanzó el año pasado durante estas fechas.
La portavoz de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-la Pinar, Teresa Clavé, ha explicado que los hoteleros «no están contentos» porque la ocupación se prevé baja aunque sólo hay entre un 15% y un 16% de camas abiertas durante este puente. Así, se calcula que sólo abrirán una veintena de hoteles de los 88 socios de la Asociación Hotelera Salou-Cambrils-El Pinar, es decir, unas 7.700 camas de las 47.000. Las reservas que entran estos días lo están haciendo en cuentagotas y por eso los hoteleros no esperan un alud de reservas de última hora.
La baja ocupación durante el puente de la Constitución hace que, año tras año, haya menos hoteles que se decidan a abrir para estas fechas, una época en qué todos los tipos de turismo habituales a la zona –familiar, sénior o deportivos- bajan considerablemente. Las cifras de ocupación podrían ser todavía más bajas en la Costa Daurada si no fuera por una nueva edición del Spanish Open Salou, el campeonato de Bailes Deportivos que hará que entre el 4 y el 8 de diciembre haya en el municipio más de 2.000 participantes que se alojarán en establecimientos de la zona.
Así, la Costa Daurada no se beneficia del hecho de que, este año, el puente tenga una duración más larga. De hecho, que haya tantos días seguidos podría haber propiciado, según Clavé, que los turistas hayan preferido decantar la balanza hacia destinos de invierno para aprovechar el inicio de la temporada de esquí. «Alguna cosa ha pasado para que las cifras no sean tan buenas como podríamos esperar», ha reconocido la portavoz de la asociación hotelera.
Por todo ello, la Asociación que aglutina la mayoría de hoteles de la Costa Daurada pide la implicación de todos los agentes para desestacionalizar la temporada turística en la zona y hacer una inversión que active la demanda de ocupación durante el último mes del año. «Tenemos claro que no hay demanda en diciembre y no hemos sabido hacer que los hoteles se llenen en esta época», ha lamentado Clavé.
Pesimismo también en el Ebro
Las previsiones que hacen los alojamientos rurales de las Terres de l'Ebre, de acuerdo con las reservas registradas hasta este momento, también son bastante pesimistas. La Asociación de Turismo Rural de las Terres de l'Ebre (Aturebre), no prevé superar el 20% de ocupación a lo largo de este acueducto festivo. Una cifra que supone la mitad de la alcanzada el año pasado durante estas mismas fechas. Los propietarios de los alojamientos ebrenses creen que, en buena medida, la climatología de las últimas semanas influirá en este mal comportamiento de la ocupación en el territorio. Este año ha nevado antes y eso estira mucho: los destinos prioritarios serán de nieve», ha argumentado el portavoz de la asociación Juanjo Bel. «En las primeras nevadas, la gente esquiadora lo ocupa todo», certifica.
Tampoco ayuda la longitud del puente este 2016, con los dos días festivos distribuidos a lo largo de la semana, favorezca las reservas. Cree Bel que, en el caso del turismo interior catalán, la disponibilidad, en muchos casos, de una semana de vacaciones puede hacer decantar la balanza hacia desplazamientos o viajes más largos, fuera del país. «Aquí se viaja en fin de semana. Cuando es más de dos días la gente suele aprovechar para ir más lejos», concluye Bel.