Tres meses de lucha para que su hija enferma pueda ir a la escuela del lado de casa
Beatriz Alegre denuncia que Ensenyament le niega la escolarización de la pequeña al centro más próximo del domicilio
Beatriz Alegre se trasladó a Cambrils desde Valencia a causa del trabajo el pasado mes de octubre con su hija, de ocho años. La niña sufre una enfermedad denominada urticaria crónica, que le produce desde manchas en la piel hasta subidas o bajadas de la temperatura corporal repentinas. Cada vez que le coge un ataque de estas características, se tiene que medicar de inmediato. Esta enfermedad no impide a la pequeña ir a la escuela, pero el problema que lleva arrastrando su madre con la administración desde octubre está, precisamente, relacionado con la educación de la pequeña.
Esta familia monoparental -Alegre explica que el padre de la niña no se hace cargo, de manera que sólo la madre tiene la patria potestad- vive muy cerca del Col·legi Públic Mas Clariana, ubicado en la avenida del Castell de Vilafortuny, en Cambrils. Pero la escuela adjudicada por parte de Ensenyament a la pequeña es la Escola Cambrils, ubicada en el núcleo urbano del municipio. «Hay una distancia de cinco kilómetros entre nuestra casa y el centro, mientras que Mas Clariana está a unos 200 metros», afirma Beatriz Alegre, que reclama a Ensenyament que permita escolarizar a la pequeña en el centro de Vilafortuny. «Además, antes de llegar a la Escola Cambrils se pasa por dos centros más», afirma.
«Es más práctico que la pequeña vaya a la escuela del lado de casa»
La demanda que realiza la madre se basa en la proximidad del centro con el domicilio, el caso especial de la enfermedad de la pequeña, «que prioriza una escuela más próxima a casa por si se produce cualquier ataque», y la situación familiar: «Aquí no tenemos familia, estamos solas la niña y yo», explica la madre. Y sigue: «Es más práctico que la pequeña vaya a la escuela del lado de casa que en la que se encuentra a cinco kilómetros de distancia». Esta queja la realizó la madre desde un primer momento, cuando supo que el centro educativo público que por normativa se le adjudicaba a su hija era la Escola Cambrils.
Alegre fue a hablar con la dirección de Mas Clariana, y «me aseguraron que mi caso cumple con todos los requisitos para pedir la escolarización prioritaria en esta escuela». Pero desde Ensenyament no obtuvo la misma respuesta. «Me he reunido en varias ocasiones con Ensenyament, y tan sólo me dicen que, aunque hay plazas disponibles, no cumplimos con los requisitos necesarios y que no podré llevar a cabo el cambio de centro». La semana pasada Alegre recibió un ultimátum de Ensenyament, en qué se le comunicaba que si no escolarizaba a la pequeña -desde octubre no lo había hecho porque esperaba a tener permiso para hacerlo a Mas Clariana-, tendría problemas por absentismo escolar, que podrían ser denunciados y llevados a servicios sociales.
Ante este ultimátum, Alegre ha matriculado a su hija en la Escola Cambrils, pero quiere seguir luchando para que la pequeña pueda ir a la escuela del lado de casa. El pasado 25 de noviembre la madre realizó el primer recurso contra la ressolució. No recibió respuesta por parte de Ensenyament, de manera que realizó otro el 29 de diciembre. De nuevo, de momento no ha recibido respuesta. Ahora ha denunciado la situación al Síndic de Greuges, y aunque la pequeña ya ha empezado a asistir a la otra escuela, espera que la situación pueda solucionarse como antes mejor.