Barberà de la Conca empezará a finales de febrero las obras para frenar las consecuencias de la grieta
Las actuaciones, que consistirán en muros de contención y micropilotaje, durarán entre seis y ocho meses
Barberà de la Conca, en la Conca de Barberà, tiene toda la ilusión puesta en la última semana de febrero, cuando está previsto que se inicien las obras que tienen que frenar las consecuencias de la grieta que desde el 2011 atraviesa el pueblo. El municipio está pendiente de que la empresa a quien se han adjudicado las actuaciones presente la documentación que falta para iniciar las obras, de dos fases, que pueden alargarse entre seis y ocho meses. El alcalde, Marc Rovira, ha explicado que mientras se hagan los trabajos, basados en muros de contención y áreas de micropilotaje, algunas casas de particulares se tendrán que invadir para actuar en el terreno», sobre todo aquellas que están «entre la colina y la zona de actuación». Con todo, ha apuntado que una vez se hayan acabado las obras, los vecinos estarán «muy tranquilos, sabiendo que la grieta está viva, pero que su movimiento no es agresivo».
El alcalde ha explicado que, si nada falla, las obras se empezarán a finales de febrero y habrá varias fases sobre las cuales se irá actuando. La primera, que se centrará en la solera de la vivienda en la calle Valentí Almirall número 10, podría estar hecha en sólo dos meses, mientras que la otra, que se centrará en una pantalla de micropilones en la misma calle, un muro de contención entre dos edificios y una pantalla de micropilones en la calle Sant Victorià, se podría alargar más. Las obras incluyen trabajos en casas particulares, que resultarán «incómodos» durante unas semanas, según Rovira. Sin embargo, el alcalde ha afirmado que todo el mundo tiene «muchas ganas que empiecen las obras y, sobre todo, que acaben y salgan los resultados». «Los vecinos saben de sobra que es una obra necesaria para ellos y para todos los ciudadanos del pueblo», ha asegurado.
Las obras tienen un coste de 409.452 euros que, según un convenio firmado en diciembre del 2015, financiará la Diputació de Tarragona con 300.000 euros, el Departament de Governació con 100.000 y Territori i Sostenibilitat, con 100.000 más. La grieta, que hace unos 240 metros de longitud y, en los puntos más acusados, presenta entre 20 y 25 centímetros de apertura máxima, no se detiene. «Con la obra tampoco lo pararemos, pero tenemos que parar el problema superficial y el de profundidad no es tan agresivo como el otro y tendremos mucha tranquilidad», ha insistido el alcalde, que ha explicado que el Institut Cartogràfic i Geològic de Catalunya no tiene ninguna hipótesis firme sobre qué causa el boquete, aunque los técnicos siguen haciendo estudios y cada año incrementan los trabajos para ver si resuelve la cuestión.