Aqualia se echa atrás y vuelve a suministrar agua a la familia ocupa de la Pobla de Montornès
La pareja rechazó un piso de alquiler social para no estar ubicado en la zona donde quiere vivir
Los operarios de Aqualia, la empresa concesionaria del servicio de suministro de agua de la Pobla de Montornès, ha vuelto a instalar este miércoles la acometida y el contador de agua en la vivienda que ocupa una pareja con su bebé en el municipio y por la cual la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) protagonizó una protesta el martes en las puertas del consistorio.
Después de que una treintena de miembros de la PAH convocaran una concentración a las puertas del Ayuntamiento, finalmente el concesionario y Servicios Sociales, han llegado a un acuerdo con el fin de reponer la acometida que Aqualia había sacado y para restablecer el suministro de agua que se había cortado. «Han venido a poner el contador y ahora tenemos que hablar con el trabajador social para ver cómo se tiene que hacer la facturación», explicaba el afectado, Jorge Nieva.
Nieva asegura que disfrutará de «un contador de agua social», aunque desde el Ayuntamiento se insiste en el hecho de que no existen los contadores sociales, sino, en todo caso, los acuerdos con familias con pocos recursos sobre quienes se tiene que hacer cargo del gasto.
La situación de Jorge Nieva y Anabel Molina, que viven con su bebé en un chalet ocupado a la urbanización Pobla Mar Ponent, ha provocado esta semana la intervención de la PAH cuando Aqualia cortó el suministro de agua a la familia y los instó a pagar el contador y la acometida que, según la plataforma, la misma compañía había «reventado».
Rechazan un alquiler social
La PAH denunció la «poca» intervención por parte del Ayuntamiento de la Pobla de Montornès. Se da la circunstancia, sin embargo, que se les va oferi un alquiler social en el barrio de Sant Salvador, en el Vendrell una semana antes. «Nos hablaron de un posible alquiler social en el barrio de Sant Salvador de la ciudad de Tarragona, una zona conflictiva. Lo rechazamos. Queremos estar cerca de la familia», reconocía Nieva, destacando el malentendido que se habría producido entre el barrio de Sant Salvador del Vendrell o de Tarragona.
Aparte de la proximidad con su familia, Nieva destaca que la pareja ha invertido casi 6.000 euros en la adecuación de la casa ocupada en el año y medio que llevan viviendo dentro. «No son dinero que se hayan puesto de golpe, sino entre unas cosas y otros, lo que hemos podido conseguir y lo que nos han dado, hemos ido arreglándolo todo. La casa estaba abandonada y, con los 400 euros de prestación que tengo, no puedo pagar la fianza de un alquiler normal», dice Nieva, quién asegura que, en su día, se dirigió al Ayuntamiento para pagar el IBI del inmueble –que es propiedad de la Sareb-, así como las facturas de luz y agua, pero obtuvieron una negativa. Por otra parte, la pareja recibe ayudas por parte de organizaciones como Càritas y Cruz Roja gracias a la intervención llevada a cabo por el Ayuntamiento.