La golpea con un martillo porque le da calabazas pero la policía no lo considera violencia de género
La tipificación de los delitos establece que sólo si hay una relación sentimental pasada o actual se puede considerar como tal
Una joven de Reus de 27 años, de origen rumano, fue atacada el pasado domingo, 29 de enero en Cambrils por un amigo, Ali B. de 26 años, de origen marroquí y residente en Montbrió del Camp. Según explica en su edición de hoy el Diario de Tarragona, la causa de la agresión, que se produjo con un martillo, sería que la joven no correspondió las intenciones de Ali de tener una relación 'más estrecha' de la que ya mantenían.
Al joven las 'calabazas' no le gustaron y del coche en que los dos habían llegado a Cambrils, cogió un martillo e intentó golpear a la chica en la cabeza. La agresión se saldó con una fractura de pómulo y dos fuertes golpes en el cráneo. Los hechos se produjeron cerca de las dependencias de los Mossos d'Esquadra en Cambrils, en la avenida Adelaida. De hecho, cerca también hay un cuartel de la Guardia Civil.
Según el relato del rotativo, al oír los gritos de la chica, agentes de los dos cuerpos fueron a socorrerla mientras el agresor huía por la calle Rosa Sensat después de tirar el arma en el suelo.
La víctima fue atendida por efectivos del SEM y trasladada al Hospital Juan XXIII. Al mismo tiempo se iniciaba el dispositivo de busca del agresor, que primero se inició a Cambrils y, posteriormente, de acuerdo con la información recibida sobre la identidad del joven, se trasladó a Montbrió, donde residía.
Se montó un dispositivo de vigilancia de la vivienda del joven a la espera de que volviera, pero poco después de la medianoche al agresor lo vieron salir de casa, pues había vuelto antes de que se montara el dispositivo policial.
El joven al verse descubierto salió corriendo y consiguió, huyendo hacia el barrio antiguo del pueblo, deshacerse de los agentes que lo perseguían. Con la ayuda de las dos personas que habían ido a recogerlo en coche a su casa y que fueron interceptados por los agentes, finalmente se convenció al agresor de qué se entregara a la policía, cosa que hizo pasadas las dos de la madrugada. De hecho, según relata el rotativo, los Mossos quedaron con él en una zona apartada cerca de Montbrió, donde aceptó ser detenido. En el interior de la maleta que soltó cuando huyó y llevaba un pasaporte supuestamente por la intención de salir del país para evitar la acción de la justicia.
De acuerdo con el relato de la víctima, que consideraba a Ali un amigo y con la explicación de las causas de la agresión, la policía no tipifica el caso como de violencia de género. Que se trate de una agresión a una mujer que se niega a aceptar la imposición sentimental de un hombre no influye en la calificación del delito. Eso no afecta, sin embargo, a la gravedad de la condena que puede recibir.
En cualquier caso, una relación de amistad no permite considerarlo como violencia de género, que sí que se da cuando hay una relación pasada o actual, entre agresor y víctima. Los Mossos imputan a Ali B, un delito de homicidio en grado de tentativa porque consideran que los golpes que recibió a la víctima la podían haber matado.