El estrés afecta por igual a la salud cardiovascular de ricos y pobres, pero unos sufren infartos y los otros, ictus

Un 20% de las personas mayores de 45 años en Cataluña sufren el síndrome metabólico. Esta se caracteriza por agrupar varios factores de riesgo, de manera que una misma persona puede tener presión arterial elevada, colesterol alto, obesidad, y exceso de triglicéridos y anomalías del azúcar en sangre.

Una investigación de Yolanda Ortega, médico de familia del ICS en Salou y vocal de formación y docencia de la Sociedad Catalana de Medicina Familiar y Comunitaria (CAMFiC), ha hecho el seguimiento, durante 5 años, de 401.000 pacientes catalanes, de entre 33 y 75 años, en el ámbito de la atención primaria de Cataluña. El objetivo es evaluar el impacto de la depresión y la ansiedad en personas con síndrome metabólico como elementos que precipitan la aparición de algunos acontecimientos cardiovasculares.

La principal conclusión de este proyecto, denominado StreX es que la depresión y la ansiedad aumentan un 30% el riesgo de sufrir acontecimientos cardiovasculares en personas con síndrome metabólico, cosa que les comporta un peor pronóstico de salud.

El trabajo también valora otras características de los pacientes, como el aspecto socioeconómico, y las relaciona con los otros criterios. Así, las áreas de población con un nivel socioeconómico más alto, como la Rambla de Tarragona y las zonas más deprimidas socialmente, como es el caso del barrio de Torreforta coinciden en el hecho de que hay más índice de ansiedad y depresión y en el aumento de los acontecimientos cardiovasculares. No obstante, en las áreas más ricas predominan los infartos de miocardio y en las más pobres los ictus —en datos referidos a pacientes con síndrome metabólico.

De esta manera se comprueba como el estrés afecta por igual la población de las dos zonas, aunque pueda ser por causas originales bien diferentes, pero las consecuencias médicas son diferentes, todo y que igualmente malas.

Esta investigación, el Proyecto StreX, es la primera tesis doctoral de la provincia en la URV que trabaja con datos masivos (toda la población catalana). El trabajo ha contado con financiaciones parciales de la CAMFiC, la SEMFYC y el IDIAP Jordi Gol.