El Gobierno de la Torre se encuentra por sorpresa con la prueba de que Suñé pinchó la electricidad en su bar
El propietario del bar que regentaba el concejal entrega el reconocimiento de deuda del edil y descoloca el equipo de gobierno torrenc
Un documento inesperado, sobre todo para el equipo de gobierno, en el cual el concejal de ABG de Torredembara, Lluís Suñé, hace el reconocimiento de deuda delante a la compañía eléctrica Endesa y, por lo tanto, que habría pinchado la luz en el bar que regentaba, ha dado un giro inesperado en el pleno extraordinario que se celebraba la tarde del jueves, a instancias de la oposición, con el fin de aclarar precisamente este caso de supuesto fraude eléctrico. El alcalde de Torredembarra tendrá que decidir ahora si retira a Lluís Suñé de sus competencias, tal como piden los grupos de la oposición, o espera en que el mismo edil dé un paso adelante.
Todo sucedía durante la intervención de la concejala del Partido Popular, Núria Gómez, cuando preguntó directamente a Suñé si había firmado un reconocimiento de deuda con la compañía. «Con todos los respetos, no le pienso contestar», era la respuesta del concejal al Gobierno, Suñé, y, de hecho, eran las únicas palabras que pronunciaba durante toda la sesión, no sin un cierto tono prepotente. Fue entonces cuando el propietario del bar que regentaba el edil, que se encontraba en la sala, entregó a la concejala del PP un documento en el cual, Lluís Suñé, firma el reconocimiento de deuda de más de 4.000 euros con la compañía eléctrica a fecha de 1 de octubre de 2014.
El pleno continuó, aun así su curso hasta que finalizaron las intervenciones de Toni Sacristán (CUP) y Ana Magrinyà (CiU). Entonces, el gobierno pedía hacer un remanso con todos los grupos para analizar el nuevo documento que tenían entre manos. Después de reunirse durante unos minutos, todas las formaciones decidían levantar el pleno extraordinario y empezar la sesión ordinaria, dejando sobre la mesa el asunto sobre el presunto fraude eléctrico que habría cometido el concejal –que tiene las competencias sobre pobreza energética – y las medidas que tomarán sus socios de gobierno. El documento tumbó todo el argumentario que el alcalde, Eduard Rovira, había preparado para la ocasión.
El gobierno local podría tomar una decisión al respeto, el próximo lunes. Durante la reunión que han mantenido todos los grupos municipales durante el remanso, Lluis Suñé se mostró airado por la aparición del polémico documento, según ha podido saber Diari Més. Al reiniciarse la sesión ordinaria del pleno, los concejales de ABG abandonaron la sala.
Al pleno extraordinario se tenía que debatir la petición de revocación del concejal hecha por la oposición, sin embargo, lo cierto es que sólo el documento «inesperado» consiguió salvar los muebles de una sesión que parecía perder el rumbo por minutos y en el transcurso de la cual todo apuntaba en el hecho que Suñé caería de patas como los gatos.
Un pleno sin rumbo
A pesar de que Ciudadanos (C's), PP y Avui Democràcia incidieron en la necesidad de realizar un pleno extraordinario monográfico sobre el caso de Suñé días atrás, las críticas tiradas el día antes por el equipo de gobierno sobre la «pérdida de tiempo y dinero» que eso suponía, hizo las tres formaciones desviarse de su objetivo durante la mayor parte de sus intervenciones. El largo discurso del portavoz de C's, Antonio Cruz, en el cual tenía que argumentar el motivo del pleno, se convirtió de facto, en una intervención que divagaba entre los reproches hacia el equipo de gobierno, sobre todo al alcalde, y la necesidad y los motivos de convocar un pleno extraordinario. «Lluís Suñé está jugando bien sus cartas. Este señor se está defendiendo donde lo tiene que hacer, pero Usted (refiriéndose al alcalde) sí que tiene que dar explicaciones», llegó a decir casi en tono de disculpa hacia el concejal de ABG. El resto de intervenciones siguieron en la línea, a excepción del desmarcaje que quiso trazar al portavoz de la CUP, Toni Sacristán, a quien puso el acento en el camino que estaba cogiendo el pleno extraordinario.
Toda la polémica en torno al concejal de Alternativa Bajo Gaià empezó a finales del mes pasado cuando se hizo público que el cargo electo habría conectado los Aleluyas Taberna, el local que regentaba, al suministro eléctrico sin tener contador. Suñé, quien tiene las competencias municipales sobre pobreza energética, «habría pinchado la luz» durante cuatro años seguidos.