Infraestructuras
Firmado en Cervera el acuerdo para llevar el agua de Rialb hasta la Conca de Barberà
El conseller Rull ha señalado que a finales de este 2017 podrían empezar las obras que tendrán una duración prevista de unos 3 años
El Gobierno, las diputaciones de Lleida, Tarragona y Barcelona, y alcaldes de una treintena de municipios de la Segarra, Anoia, Urgell, y la Conca de Barberà han ratificado este jueves por la tarde en el Paraninfo de la Universidad de Cervera el acuerdo del 'Gran pacte del Segarra-Garrigues'. El conseller de Territorio y Sostenibilidad, Josep Rull, ha dicho que este mismo 2017 podrían empezar los trabajos de la obra que tendrían una duración aproximada de 3 años. El proyecto, presupuestado en más de 21 millones de euros tiene que permitir llevar el agua de boca desde el embalse de Rialb a través del canal y solucionar problemas de abastecimiento. El acto ha servido pues para plasmar la adhesión de todos los implicados después de años de discusiones sobre cómo se tenía que llevar a cabo esta infraestructura que contará con más de 122 kilómetros de nueva red para garantizar agua a unos 45.000 habitantes de las 4 comarcas.
El acto de adhesión se ha hecho de forma solemne en el Paraninfo de la Universidad de Cervera y ha contado con las múltiples intervenciones de todas las autoridades que han participado en la configuración del acuerdo. Después de los parlamentos ha tenido lugar la firma de los acuerdos de adhesión y los 32 alcaldes, presidentes de consejos comarcales y diputaciones han ido desfilando por el escenario con el fin de estampar su firma en los documentos.
Todo el mundo ha coincidido en que el proyecto será bienvenido porque garantizará el suministro en zonas donde se tenían que abastecer con cisternas, como es el caso de algunos municipios de la Conca de Barberà, donde el agua que utilizan actualmente tiene unos índice de calidad bastante bajos, como es el caso de Montmaneu y Pujalt, en la Anoia.
El conseller Rull ha querido poner en valor la «responsabilidad y la generosidad» que ha permitido llegar al acuerdo «histórico» y ha remarcado que para continuar adelante hace falta «confianza» para desplegar el proyecto y hacer funcionar correctamente al consorcio que se encargará de la gestión. Rull también ha señalado que en base a los acuerdos del ACA con cada uno de los ayuntamientos ahora se iniciará la licitación de la obra que tendrá un periodo de ejecución de 3 años. Según sus cálculos, antes de finalizar este año ya se podrían empezar a ver los primeros trabajos sobre el terreno por lo cual entre el 2019 y el 2020 la obra entraría en funcionamiento de forma progresiva.
Por otra parte, Rull ha negado rotundamente que esta obra sea un trasvase encubierto de agua de la cuenca del Segre y por lo tanto del Ebro hacia Barcelona y que sólo se trata de garantizar el suministro a un ámbito poblacional que tenía problemas y donde las alternativas que había no eran viables.
Un gran proyecto de país
Hay que recordar que el proyecto acordado prevé aprovechar parte de la red de canalizaciones existentes, titularidad del Consejo Comarcal de la Segarra, y construir hasta 122 kilómetros de nueva red de abastecimiento, 7 estaciones de bombeo y 3 depósitos, así como aprovechar completamente la capacidad de la potabilizadora de ratonera. Con toda esta infraestructura se podrá suministrar en estas localidades agua procedente del embalse de Rialb a través del canal Segarra-Garrigues.
Se prevé que la nueva red estará terminada en tres años, con una inversión total de más de 21 millones de euros. De estos, 10 millones los aportará la Agencia Catalana del Agua (ACA); 5 millones las diputaciones, la de Lleida 2, la de Tarragona 2 y la de Barcelona 1. El resto se repercutirá en la tarifa durante un periodo de entre 15 y 25 años. El 75% del proyecto pues, está financiado, y sólo quedarán 6,3 millones de euros para sufragar que se costearán con el precio del agua.
La nueva red se gestionará mediante un consorcio que garantiza a todos los ayuntamientos un papel en la toma de decisiones, a través de un sistema de doble votación en función de la relevancia de los temas. Así, cuestiones ordinarias serán resueltas por la Asamblea del Consorcio con una mayoría del 60% de los miembros. En el caso de los extraordinarios, hará falta unanimidad de la Asamblea y la ratificación posterior de Tàrrega, Cervera, Guissona y de los consejos comarcales de la Segarra y la Conca de Barberà.