«En Tarragona, en las próximas municipales, tendremos que presentar una propuesta atrevida»

— Este miércoles han estado presentando su proyecto en Tarragona. ¿Ha sido una presentación para gente que ya conoce la propuesta del PDeCAT?

— Hemos querido dar a conocer el partido a los simpatizantes y asociados más activos. Pero antes también hemos querido conocer de primera mano el sector químico del Tarragonès, profundizado en aquellos temas que los preocupan como país y como sector. Y también hemos aprovechado para reunirnos con nuestros cargos de gobierno de la Generalitat y todo nuestro mundo institucional para ponernos en sintonía en cuestiones más sectoriales y temas que afectan a la comarca.

— En el proceso de refundación de CDC una primera etapa ha sido poner orden en el ámbito local, creando las nuevas ejecutivas. ¿Eso ya lo tienen terminado?

— Arrancamos el agosto pasado y nadie nos dijo cómo se tenía que crear un partido político nuevo. Y lo hemos ido descubriendo entre todos. Lo bonito de este proceso es que se ha hecho desde abajo y mucho desde todo el mundo. El primero que hemos hecho es el despliegue territorial del partido. En el ámbito de veguería, con un buen equipo para la de Tarragona; después los equipos comarcales y el último que estamos haciendo son los comités de ámbito local, que son los que, además de hacer política de partido a su municipio, también tienen que empezar a pensar en las municipales del 2019. En este proceso ya llevamos más de 325 municipios con comités locales creados.

— Han intentado forzar la incorporación de gente nueva en los equipos locales, respecto de la antigua CDC?

— Hemos intentado hacer a un partido nuevo con todas las consecuencias. Eso comporta que ahora mismo hay un 25% de los asociados que no provienen de la antigua Convergencia. Y la mayoría de gente que se ha incorporado al nuevo partido, en su gran mayoría mujeres y jóvenes, no habían estado nunca en ningún partido político. Ha entrado gente con ganas trabajar y se han movido para poder estar a las ejecutivas locales. Desde la dirección eso lo valoramos positivamente, siempre y cuando, y eso lo estamos haciendo, lo combinamos con gente que venía ya de la mejor Convergencia.

—Hay un 25% de gente nueva. ¿Pero también supongo que habrá alguna 'sábana perdida' en esta refundación?

— Es evidente. AEn Convergencia eran poco más de 13.000 asociados y si ahora ya somos 13.000 pero hay este 25% de gente nueva. Hay gente que todavía no ve claro pasar al Partido Demócrata, si bien es cierto que hay que continúan vinculados a la antigua Convergencia. Muchos de ellos nos dicen que quieren esperar a ver cómo va evolucionando este nuevo partido.

— A pesar de estos militantes convergentes que no lo tienen claro, la sensación en general es que no ha habido estropicio en el traspaso de CDC en el PDeCAT...

— Así es. Todos los cargos, como por ejemplo los alcaldes, han pasado al PDeCAT. Tampoco hay ningún concejal significativo que no lo haya hecho. Y considero relevante que todos los cargos institucionales más importantes (Generalitat, diputaciones...) se han hecho del PDeCat. Por eso no hay ninguna sensación de estropicio.

— La actualidad deja un escenario en que Convergencia está protagonizando muchos procesos judiciales relacionados con su financiación, desde el caso Torredembarra, el caso Palau o lo que salpica a la familia Pujol. Hay quien piensa que el PDeCAT es una huida adelante para intentar dejar atrás esta rémora convergente. ¿Qué los diría, a los que piensan eso?

— Cuando decidimos diseñar un nuevo partido, no se hizo de acuerdo con eso. Se hizo porque se consideró que el modelo de CiU estaba agotado. Era un modelo autonómico, pensado para intentar modernizar España. Era un modelo que durante años tuvo un cierto sentido. Pero ahora teníamos que cambiar de etapa, como también creo que lo ha hecho el país, apostando por un nuevo camino, que es lo de querer el Estado propio. Nosotros necesitábamos crear una herramienta, un partido político adaptado a eso. Y también adaptado a nuevas maneras de hacer, también internamente.

— Políticamente hablando el PDeCat es un partido más centrado de lo que lo era la antigua Convergencia?

— Sí. Queremos ser un partido centrado y un punto de encuentro de diferentes sensibilidades. Es más, en los últimos años habíamos tenido la sensación de que Convergencia se hacía pequeña y lo que queremos es que el PDeCAT sea un proyecto que se haga grande. Además estamos trabajando que en nuestro partido puedan convivir diferentes corrientes ideológicas.

— Es decir que el mismo partido fomentará la aparición de corrientes internas?

— Sí. Permitiremos que la gente se autoorganice internamente en diferentes corrientes. Nos parece que si queremos ser un partido centrado y amplio, eso nos permite acoger a gente que se siente|oye más lliberal, la que se siente más conservadora, la que es más socialdemócrata... Todo eso lo tenemos que arreglar porque queremos hacer el debate de las ideas bien hecho, respetando todas las ideologías.

— Con respecto a la preparación de las municipales que antes hablaba. ¿En el caso de Tarragona, donde CDC ha pasado de tener la alcaldía a una situación casi residual, qué es lo que pretende llegar a ser el PDeCat?

— En primer lugar tengo que decir que este partido estará o no estará en función de los resultados en las municipales. Y en el caso de Tarragona será así. El PDeCAT será importante en Tarragona si en las municipales saca un buen resultado. En este sentido, consideramos que se está acabando una etapa en Tarragona y eso abre muchas posibilidades. También sabemos que las últimas municipales no fueron bien. Convergencia seguramente no analizó correctamente qué oferta electoral hacía y la gente que había, puede asumir ciertos errores que se cometieron. También sabemos que actualmente la oferta electoral es más compleja y diversificada, pero intentaremos aprovechar las oportunidades que se nos presentan. Dicho esto, creo que en Tarragona tenemos que ser atrevidos y hacer una oferta electoral atrevida.

— Atrevidos en proyecto político y en candidatos?

— Sí, Empezando por el proyecto y una vez quede definido, podremos poner los mejores candidatos para acompañarlo.

— Difícilmente ahora me podrá hablar de candidatos cuando ni siquiera han definido el proyecto. Sin embargo, si tienen que ser atrevidos, como dice, supongo que no descartan nada...

— No, no descartamos nada con respecto a la propuesta de candidatos.

— El que si que parece evidente, vista la situación en lugares como Reus, Tarragona, Cambrils o Valls, es que se han acabado los gobiernos municipales con mayorías holgadas y el pacto será necesario.

— Es evidente. Y encima nosotros estamos diciendo que tenemos que aprender a gobernar y a hacer oposición de manera diferente. Y eso que puede resultar una frase vacía no lo es tanto teniendo en cuenta la fragmentación de partidos políticos y que nosotros tenemos que tener un sello de identidad propio como formación política, pero tenemos que ser mucho más generosos a la hora de hacer proyecto de ciudad, abriéndonos más a la gente. También a la hora de hacer las listas electorales tendremos que ser generosos para incorporar gente que no proviene de nuestro partido. Tendremos que trabajar para simpatizar y crear empatías con otras formaciones con quien podamos compartir proyecto.

— El PDECAT ha asumido completamente el giro independentista que en su momento dio CDC, pero como se puede compaginar eso con la voluntad de reunir diferentes 'corrientes' políticas dentro del partido y como se pueden marcar las diferencias con otras ofertas soberanistas, como las que ahora confluyen a Junts pel Sí?

— Nosotros somos independentistas. Pero nuestra oferta electoral será muy diferenciada del resto de formaciones independentistas. No tenemos nada que ver con respecto a los conceptos del mundo empresarial o la concertación público-privada, ni de la administración, ni en tantas otras cosas... Estoy seguro de que llegados al caso, cuando tengamos que presentar ofertas electorales la gente sabrá perfectamente que defiende el PDeCAT y qué defiende el resto de formaciones independentistas.